La vi
acercarse con ojos soñolientos y la noche revuelta en el pelo, se coló en mi
cama durante la madrugada para seguir meciéndose en su sueño. Su respiración
agitada se tornó tranquila y confiada, posó su cabeza sobre el hueco de mi
hombro y poco a poco se fue abandonando, mientras yo mesaba su larga melena.
Su olor
trajo a mi mente los días del ayer. Los recuerdos aletargados durante tanto
tiempo se fueron desperezando y bostezando se despertaron en mí. Rememorar la
propia infancia. Días siempre soleados, eternos, llenos de juegos y risas, de despreocupación. El barrio donde crecí,
las voces amigas, las promesas…
El
despertador me sacó de aquél ensueño, con un movimiento rápido lo apagué, no quería
que ella despertara. Las sábanas arrugadas como única presencia, ni rastro de
la niña. Recordé que fue un sueño. Sentí tan real el peso de su cuerpo a mi
lado y su calor que hasta me pareció seguir oliendo a ella.
Mecánicamente
inicié lo que cada mañana hago antes de ir al trabajo. Mientras conducía
pensaba en la niña, en su rostro familiar. Autoanalicé, reflexioné y quise
sacar algo en claro, no conseguí nada, aparte de llegar sin percibirlo a mi
lugar de destino.
El día
fue tan completo que no volví a darle vueltas al asunto. Papeleo, reuniones,
comida, volver a debatir los mismos temas un día y otro también. Solo quería
llegar a casa, quitarme el disfraz de señora formal y lanzarme a no hacer nada.
Debí quedarme dormida en el sofá, empecé a sentir frío y un leve roce en el brazo me despertó. Entreabrí los ojos, el mundo se presentó ante mí bajo una
neblina, froté mi incredulidad y la vi cogiéndome de la mano guiándome hasta mi
cuarto, ayudándome a meterme en la cama y comprobar que ella también lo hacía.
Se acurrucó a mi lado y ambas dormimos.
Otra
vez el despertador me sacó de aquel sopor. La soledad invadía el otro lado de
la cama. Confusa me preparé para comenzar otra jornada. La mente no dejaba de
girar en torno a lo mismo. ¿Sería algún mensaje? ¿Alguien quería decirme algo?
¿El qué? Le hablaría en la próxima visita, preguntaría quién es, qué es lo que
quiere, necesitaba saber o me volvería loca.
La noche transcurrió entre el insomnio y un completo desvelo. Sin esperar a que el sonido de la alarma diera
comienzo a mis actividades, me puse en marcha. Mis movimientos de aquel día
eran lentos, mi cerebro estaba a años luz de la realidad, solo quería volver a
casa y descansar.
Estaba
exhausta, el sueño no tardó en aparecer trayendo a la niña. Me recuerdo sentada
en la cama frente a ella. Su mirada mantenía la mía, sus manos regordetas sobre
el regazo, su pelo rubio partido en dos trenzas y una sonrisa transparente
provocó una inmensa ternura en mí. Su voz me sacudió, era clara y nítida. Apenas
me dejó articular palabra, me limité a escuchar y a asentir con estupor.
Reprochó cada uno de mis actos, criticó cada una de mis ideas, recriminó todas
mis decisiones, acabó con una frase dura y punzante: “Tu vida no es la que planeamos juntas”. Repetí su oración hasta
convertirla en un susurro.
Temiendo hacer la pregunta me arriesgué queriendo saber quién era. A esa altura
de la conversación podía imaginar de quién se trataba, me autoconvencía de que
era un sueño y que cuando despertara todo seguirá igual. La rutina, la que
hacía tiempo se había instalado en mi vida, estaría esperándome cuando despertara.
-
¿Quién eres tú? – La pregunta se me resbaló de los labios.
-
¿Todavía tienes dudas? – Escrutó mi rostro. – Yo soy tú. Hace tiempo
que me buscas, me llamas, por eso he venido para recordarte lo que éramos y lo
que eres.
Elaboró una larga lista de lo que nos gustaba hacer y de lo que no,
sonreímos ante ese repaso. Su carita se tornó seria cuando me preguntó si
estaba contenta con lo que era. Solo tuve tiempo de contestar con una negación
de cabeza antes de que el pitido me sacara de aquel espejismo.
No volvió después de aquella noche.
Hoy me la he
encontrado. Entre un montón de recuerdos esparcidos por el salón estaba ella, atrapando deseos como si de mariposas se tratara.
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SOPLANDO SUEÑOS Y ATRAPANDO DESEOS |
P.D.- ¿Está content@ el niñ@ que fuiste con el adult@ que eres? Piénsalo y me cuentas.