Habitas en la vereDa de la poesía,
Tu savia alimenta los famélicos corazones
De quien se aloja en la esquina Del tiempo.
De ese tiempo que florece como girasoles
rinDienDo su mirar hacia tu luz.
Llenas de estrellas los mantos De la noche,
que fugaces llueven como Deseos,
calanDo y veneranDo el canto de tu excelso verbo.
Titilan los luceros que ensamblan tu nombre de Poeta,
y suena la celebración Del amanecer para ti, Maestro.
© Auroratris