Lo sabes tan
bien como yo
Que cuando
el tiempo
Se adentra
en la mirada
Este instala
la trinidad
Infecunda de
sus días.
Cuando el
color marchito le
Provoca
alergia
A la
alegría,
Es inútil la
contienda
del carbón que
Profundiza
elevándose
En un amago
de frescura.
Lo sabes tan
bien como yo,
Porque has
calzado
Los zapatos
que
dejé en tu
ventana,
Y desde
entonces
tu pecho y
mi pecho
se inflaman
a media asta.
© Auroratris