Sucumbe el
anochecer
sobre tu
vientre
mientras,
el mundo se derrumba
como un
castillo de naipes,
sin importar si un mañana
nos devolverá
una realidad impuesta.
Meditar, en
tanto
tu piel declama
en mi oído
los anhelos naturales.
© Aurorataris
Ellas, las MUJERES,
Somos todas NOSOTRAS,
Con nuestra VALENTÍA,
Y nuestro VALOR.
Que nunca más una mano férrea
Anule ninguna de estas dos capacidades,
Distintas entre sí.
Que no haya una voz en grito pidiendo
Nuestro SILENCIO.
Ni un gesto más que provoque
un LLANTO coreado.
Aunamos fuerza y fortaleza,
digamos NO,
NI UNA MÁS.
“Esperanza es…
que un día como hoy
deje de celebrarse”
Que me quede tu Espalda
como Capital del Mundo,
Meca de mi peregrinación Nocturnal.
Que me quede tu Mirar
como Universo cuando
vislumbro la Galaxia del Placer.
Que me queden tus Pestañas
como Liras adormecidas,
cuando me venzan las fuerzas
Y te entregue el Verbo Carnal
Latiendo en las Entrañas.
Que me quede Orando
en tus Hechuras,
Pronunciando-Te en el
Lenguaje más Primitivo.
Que me quede esta Noche
Y después...
Después todas las demás.
© Auroratris
Hoy que
debiera manejar
Rayos de Sol
con discreción
y destreza,
siento la
torpeza del tino
en la
tensión de las manos.
Las madejas
se enmarañan
antes de
formar cadencia
en las
palabras,
que quedamente
se columpian
ante Mí,
sin llegar a
alcanzar el modo
de un Abrazo.
Delirio,
todo se vuelve delirio
en pos de un
Sentimiento
tan perdido
como niebla
en valles
vacíos,
Tan yermo
como la
oscuridad
de quien no
quiere ver.
Continúo en
la incomprensión
del por qué
Permanezco en la condición
de Salmón
nadando contra corriente,
Si no prevalece compromiso alguna
con la Cordura.
©Auroratris
