miércoles, 19 de septiembre de 2012

POSEIDA EN TRES DÍAS



Pintura en madera por Audrey Kawasaki
 Primer día. -



Desde hace días no me siento ni mal ni bien. Me encuentro diferente, algo rara, distinta, rara, como si no fuese yo misma, rara. Sí, ya sé, he repetido varias veces este vocablo, aprovecho que no tengo cerca de mi profesor de literatura, dándome la vara: “señorita Guzmán, son varias las ocasiones en las que ha abusado de ese término”.  Ya no recuerdo cuando fue la primera vez que me sacó al pasillo por contestarle: - ¿acaso lo voy a desgastar por decirlo más de una vez o dos? - Seré una bocazas, pero él es un engreído.



¿Ves, querido diario? Me acabo de ir por la tangente. ¿Lo has notado tú también? A eso me refería. Me distraigo con facilidad, me desconcentro, me olvido de lo que iba a decir, o de lo siguiente que fuese a hacer. Hoy me he bajado en una parada que no era la mía. He empezado a andar por callejuelas estrechas, parecía un laberinto, yo las discurría como si las conociese. Iba ensimismada, como en trance. Un chico, me ha sacado de ese estado cuando me ha preguntado por una dirección. Se la he dado sin titubear. Tras dejar escapar la información, he sido consciente de la realidad, no sabía dónde estaba y acababa de dar un destino sin tener la menor duda. Me asusté. Salí de allí a toda prisa, subí al primer autobús que me trajo a casa. Eso no quita para que me llevara una regañina por llegar tarde y además con una excusa tan tonta: -me equivoqué de parada.



Dormí mal. Tuve pesadillas. Ahora no las recuerdo, pero sé que sufría mucho. El dolor me despertó. He pensado en decirle a mi madre que me lleve al médico. No sabría por dónde empezar a indicarle qué es lo que me pasa. Me lo imagino decir junto a ella: - ¡Estos adolescentes…! Seguramente habrá tomado algo que le ha sentado mal. Aunque mi madre añadiría: -Habrá cogido frío, se empeña en ir vestida en pleno invierno como si viviésemos en el Caribe. Cree estar siempre en lo cierto, algo que me irrita porque no me toma en serio cuando le comento algo.



Curiosamente, a la hora de la cena, he llamado delfín a mi hermano Carlos. No podía dejar de hacerlo. Todos se han enfadado conmigo, sobre todo cuando he hecho una especie de reverencia al despedirme y marcharme a mi cuarto, que casualmente he llamado aposentos.



Aquí me tienes, vomitando una serie de acontecimientos que me han perseguido a lo largo del día, a cual más raro. Y no, no me estaba riendo de mi hermano, tanto las palabras como el gesto… puedo jurarte que no he sido yo la que lo ha efectuado. Alguien me estaba dominando en ese momento, créeme, estoy segura de ello.

 Buenas noches te deseo, porque eso es lo que quiero para mí también.

22 comentarios:

  1. Una página íntima, de diario.
    Ese hablar, dialogar con uno mismo.
    El eco que revota dentro de la cabeza, reflexionando, abriendo o cerrando puertas.
    Ahora es de noche, te deseo buenas noches, Aurora.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son los momentos íntimos de cada uno. Donde nos mostramos sin corazas y sin miedos.
      Gracias por esta visita, Luis.
      Besos y buenas noches para ti también.

      Eliminar
  2. Se ha enamorado esa adolescente? Vaya, qué mal se pasa cuando tu mente piensa una cosa (o ni siquiera piensa) y todos tus impulsos van por otro lado.

    Acabo de reencontrarme con esa niña dormida (dentro de mí) y no cambio yo mis cuarenta y tantos por esa adolescencia...

    Valor!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué tiempos aquellos!!! Luchar contra una misma y contra la sociedad, siempre creyendo que el mundo estaba en contra nuestra.
      Volver, sabiendo lo que sé. Por qué no???
      Gracias tocaya, tu comentario siempre viene bien.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Te iba a decir lo mismo que Analogías... Todo el tiempo estaba pensando que estaba enamorada...
    Bueno, a mí me pasa mucho lo de equivocarme de parada y no tener la cabeza donde debo, jaja!!!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, estoy segura que de poder quitarnos la cabeza, más de una se la habría dejado olvidada. Y no hace falta estar enamorada...
      Gracias Eva, por venir.
      Un gran beso.

      Eliminar
  4. ¡Ah, la adolescencia...! Esa edad mágica en la que suceden tantas cosas que no entienden los adultos. Incluídos los deja vú, los recuerdos de vidas pasadas... y otras mil cosas. Somos tan vulnerables en esa edad!!!
    Pero tranquila, peque... que yo te creo. Cualquiera que haya sentido algo parecido la creería.
    Adoro los diarios y esta época. La más difícil, la más mágica y la más auténtica.
    ¡¡y lo poco que dura, corcho!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gran época!!! Vamos dando palos de ciego y descubriendo mundos ante nuestros pies.
      Gracias por creérla, Hulna.
      Un placer tu visita.
      Besos.

      Eliminar
  5. Poseida por el amor que nos acapara totalmente.Eso te vuelve muy distraida, como si vivieras en las nubes.
    :)
    Curioso post, Aurora.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Poseida, sí. Por amor? No veo a esta criatura muy enamorada, pero más distraida que un militar en día de permiso.
      Gracias por dejar tu huella, Ohma.
      Un besazo.

      Eliminar
  6. Me ha gustado esa forma de expresar en un diario lo que siente y lo que vive la chiquilla esta... esperaré próximas entregas.
    Un beso guapaaaaaa!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es donde una mejor se expresa, abriéndose en canal, sangrando con sinceridad.
      Pronto llegará el segundo día, igual nos aclara algo la niña.
      Un besazo, Manuela y gracias por tu visita.

      Eliminar
  7. Tú estas enamorada niña! oh, dentro de poco comenzarán los síntomas, a saber:

    embobamiento
    largas tardes con la nariz pegada al cristal
    escucharás canciones pastelosas que pondrán de los nervios a tus padres.
    largos suspiros que espantarán al gato
    y más cosas...
    en cuanto al relato, es estupendo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, veo que los conoces todos, Ángela.
      Ay, esta niña acabará con toda la paciencia!!!
      Muchas gracias por pasar y comentar.
      Un besazo.

      Eliminar
  8. Yo debo estar como una cabra Ana, porque yo he pensando al leerlo que estaba poseida, sí, pero por Juana de Arco!!!... jajajaja fíjate... como ando yo uffff.

    Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Andando como una cabra quizás no vayas muy desencaminada, jajaja.
      Gracias, amiga!!
      Besos

      Eliminar
  9. No creo que estos sean síntomas de enamorada. Ni siquiera de adolescente.
    Pienso que un ser de otra época se le ha metido dentro y tardará en dejarla en paz, o acaso se aburra y la deje hoy mismo mientras duerme.

    Te felicito por el texto.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son síntomas parecidos, pero no, no está enamorada. Tienes razón.
      Gracias por pasar, Trini.
      Besos

      Eliminar
  10. Me gusta este tono íntimo,atemporal,eterno..
    desnudas la emoción!

    ResponderEliminar
  11. Aurora que bueno cuando empiezas a interactuar con el diario y vs derivando por aqui y por allá...Que curioso, nunca quise escribir uno......mmm...creo que me perdí mucho. :)

    Me encantó tu relato

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca es tarde Pilar. Yo tuve uno, y qué bien sienta descargar al terminar el día, las frustracionee, miedos, alegrías, etc...
      Gracias por venir.
      Un abrazo.

      Eliminar

Toda imagen tomada de la red será retirada si el autor así lo solicita.

Gracias por danzar conmigo.