Pintura en madera por Audrey Kawasaki |
Desde hace
días no me siento ni mal ni bien. Me encuentro diferente, algo rara, distinta,
rara, como si no fuese yo misma, rara. Sí, ya sé, he repetido varias veces este
vocablo, aprovecho que no tengo cerca de mi profesor de literatura, dándome la
vara: “señorita Guzmán, son varias las ocasiones en las que ha abusado de ese
término”. Ya no recuerdo cuando fue la
primera vez que me sacó al pasillo por contestarle: - ¿acaso lo voy a desgastar
por decirlo más de una vez o dos? - Seré una bocazas, pero él es un engreído.
¿Ves,
querido diario? Me acabo de ir por la tangente. ¿Lo has notado tú también? A
eso me refería. Me distraigo con facilidad, me desconcentro, me olvido de lo
que iba a decir, o de lo siguiente que fuese a hacer. Hoy me he bajado en una
parada que no era la mía. He empezado a andar por callejuelas estrechas,
parecía un laberinto, yo las discurría como si las conociese. Iba ensimismada,
como en trance. Un chico, me ha sacado de ese estado cuando me ha preguntado
por una dirección. Se la he dado sin titubear. Tras dejar escapar la información,
he sido consciente de la realidad, no sabía dónde estaba y acababa de dar un
destino sin tener la menor duda. Me asusté. Salí de allí a toda prisa, subí al
primer autobús que me trajo a casa. Eso no quita para que me llevara una
regañina por llegar tarde y además con una excusa tan tonta: -me equivoqué de
parada.
Dormí mal.
Tuve pesadillas. Ahora no las recuerdo, pero sé que sufría mucho. El dolor me
despertó. He pensado en decirle a mi madre que me lleve al médico. No sabría
por dónde empezar a indicarle qué es lo que me pasa. Me lo imagino decir junto
a ella: - ¡Estos adolescentes…! Seguramente habrá tomado algo que le ha sentado
mal. Aunque mi madre añadiría: -Habrá cogido frío, se empeña en ir vestida en
pleno invierno como si viviésemos en el Caribe. Cree estar siempre en lo
cierto, algo que me irrita porque no me toma en serio cuando le comento algo.
Curiosamente,
a la hora de la cena, he llamado delfín a mi hermano Carlos. No podía dejar de
hacerlo. Todos se han enfadado conmigo, sobre todo cuando he hecho una especie
de reverencia al despedirme y marcharme a mi cuarto, que casualmente he llamado
aposentos.
Aquí me
tienes, vomitando una serie de acontecimientos que me han perseguido a lo largo
del día, a cual más raro. Y no, no me estaba riendo de mi hermano, tanto las
palabras como el gesto… puedo jurarte que no he sido yo la que lo ha efectuado.
Alguien me estaba dominando en ese momento, créeme, estoy segura de ello.
Buenas noches te deseo, porque eso es lo que
quiero para mí también.
Una página íntima, de diario.
ResponderEliminarEse hablar, dialogar con uno mismo.
El eco que revota dentro de la cabeza, reflexionando, abriendo o cerrando puertas.
Ahora es de noche, te deseo buenas noches, Aurora.
Son los momentos íntimos de cada uno. Donde nos mostramos sin corazas y sin miedos.
EliminarGracias por esta visita, Luis.
Besos y buenas noches para ti también.
Se ha enamorado esa adolescente? Vaya, qué mal se pasa cuando tu mente piensa una cosa (o ni siquiera piensa) y todos tus impulsos van por otro lado.
ResponderEliminarAcabo de reencontrarme con esa niña dormida (dentro de mí) y no cambio yo mis cuarenta y tantos por esa adolescencia...
Valor!
Qué tiempos aquellos!!! Luchar contra una misma y contra la sociedad, siempre creyendo que el mundo estaba en contra nuestra.
EliminarVolver, sabiendo lo que sé. Por qué no???
Gracias tocaya, tu comentario siempre viene bien.
Un abrazo.
Te iba a decir lo mismo que Analogías... Todo el tiempo estaba pensando que estaba enamorada...
ResponderEliminarBueno, a mí me pasa mucho lo de equivocarme de parada y no tener la cabeza donde debo, jaja!!!
Besos
Jajaja, estoy segura que de poder quitarnos la cabeza, más de una se la habría dejado olvidada. Y no hace falta estar enamorada...
EliminarGracias Eva, por venir.
Un gran beso.
¡Ah, la adolescencia...! Esa edad mágica en la que suceden tantas cosas que no entienden los adultos. Incluídos los deja vú, los recuerdos de vidas pasadas... y otras mil cosas. Somos tan vulnerables en esa edad!!!
ResponderEliminarPero tranquila, peque... que yo te creo. Cualquiera que haya sentido algo parecido la creería.
Adoro los diarios y esta época. La más difícil, la más mágica y la más auténtica.
¡¡y lo poco que dura, corcho!!
Gran época!!! Vamos dando palos de ciego y descubriendo mundos ante nuestros pies.
EliminarGracias por creérla, Hulna.
Un placer tu visita.
Besos.
Poseida por el amor que nos acapara totalmente.Eso te vuelve muy distraida, como si vivieras en las nubes.
ResponderEliminar:)
Curioso post, Aurora.
Un fuerte abrazo.
Poseida, sí. Por amor? No veo a esta criatura muy enamorada, pero más distraida que un militar en día de permiso.
EliminarGracias por dejar tu huella, Ohma.
Un besazo.
Me ha gustado esa forma de expresar en un diario lo que siente y lo que vive la chiquilla esta... esperaré próximas entregas.
ResponderEliminarUn beso guapaaaaaa!!!!!!!!!
Es donde una mejor se expresa, abriéndose en canal, sangrando con sinceridad.
EliminarPronto llegará el segundo día, igual nos aclara algo la niña.
Un besazo, Manuela y gracias por tu visita.
Tú estas enamorada niña! oh, dentro de poco comenzarán los síntomas, a saber:
ResponderEliminarembobamiento
largas tardes con la nariz pegada al cristal
escucharás canciones pastelosas que pondrán de los nervios a tus padres.
largos suspiros que espantarán al gato
y más cosas...
en cuanto al relato, es estupendo.
Jajajaja, veo que los conoces todos, Ángela.
EliminarAy, esta niña acabará con toda la paciencia!!!
Muchas gracias por pasar y comentar.
Un besazo.
Yo debo estar como una cabra Ana, porque yo he pensando al leerlo que estaba poseida, sí, pero por Juana de Arco!!!... jajajaja fíjate... como ando yo uffff.
ResponderEliminarBesos!!
Andando como una cabra quizás no vayas muy desencaminada, jajaja.
EliminarGracias, amiga!!
Besos
No creo que estos sean síntomas de enamorada. Ni siquiera de adolescente.
ResponderEliminarPienso que un ser de otra época se le ha metido dentro y tardará en dejarla en paz, o acaso se aburra y la deje hoy mismo mientras duerme.
Te felicito por el texto.
Saludos
Son síntomas parecidos, pero no, no está enamorada. Tienes razón.
EliminarGracias por pasar, Trini.
Besos
Me gusta este tono íntimo,atemporal,eterno..
ResponderEliminardesnudas la emoción!
Gracias, Luni!!
EliminarUn abrazo
Aurora que bueno cuando empiezas a interactuar con el diario y vs derivando por aqui y por allá...Que curioso, nunca quise escribir uno......mmm...creo que me perdí mucho. :)
ResponderEliminarMe encantó tu relato
Un abrazo
Nunca es tarde Pilar. Yo tuve uno, y qué bien sienta descargar al terminar el día, las frustracionee, miedos, alegrías, etc...
EliminarGracias por venir.
Un abrazo.