CREACIÓN

Armado de dulzura en las manos y una mirada jovial fue modelando su obra. Dio vida a un corazón desacompasado, luz a una piel mate y color a una sonrisa forzada.

Penetró en sus sombras venciendo a los demonios de la mujer. Quemándose en ocasiones al rozar su alma, sin decaer en su empeño. Hundió en el pecho las ganas de amar. En la mente ráfagas de locura y en el cuerpo el deseo de otra piel.

Sastre consumado cosiendo trocitos de luna en las pupilas, ora maestre constructor esculpiendo un amor a medida. Tatuó pecados confesables en el doblez de la pasión y con el sello de su saliva firmó los te extraño en la rosa de la boca.

La inspiración adherida a los dedos dio forma a los pensamientos ascendiendo hasta el cielo de las caderas. Bebió de los labios la esencia de la vida, la que él le dibujó. Satisfecho aspiró el perfume en la docilidad de su cuello disfrutando de la creación.