Quedamos
en el lugar perfecto a la hora indicada. Ella, nerviosa, inquieta, bastante excitada,
deseando entrar en acción. Yo, intentando controlar la situación, menos
nerviosa, pero igual de animada. Ambas nos ataviamos con la indumentaria
reglamentaria, la requerida para llevar a cabo nuestra misión. Sacamos nuestras
mejores armas, algunas incluso no habían sido desempolvadas en toda una vida,
las estrenamos en ese preciso momento.
Parecía
como si de un instante a otro fuésemos a ver arder Roma. Luchamos contra corriente, algunos instrumentos nos
fallaron, otros artefactos nos hacían fracasar, aun así, seguimos con ahínco,
fieles a nuestro cometido. Pasado un tiempo, después de la batalla, tras la
encarecida lucha, y tras limpiar los restos de la contienda, nos miramos
orgullosas. Habíamos conseguido empezar y acabar una tarea nada fácil.
Sólo
una hora bastó para descubrir con vanidad nuestra victoria. Lo logramos.
Habíamos hecho las madalenas más exquisitas que jamás hayamos probado. Y pensar
que cuando entramos en aquella cocina, sólo éramos dos temerosas del arte
culinario. Después de esta experiencia
estamos preparadas para otra aventura gastronómica, y volveremos a
desempolvar nuestros enseres con la misma ilusión y a disfrutar de esa odisea.
No me gusta cocinar, aunque reconozco que en buena compañía cualquiera se puede
aficionar.
Me han entrado ganas de una buena magdalena mojada en colacao calentito ¡Jejeje!!
ResponderEliminarMe encanta este relato corto, como vi la foto (curiosa que soy) pues algo me imaginé, es una buena pista ... pero porque me gustan las sorpresas, los finales inesperados. Te felicito. :-)
No había leído aún nada tuyo y quiero mássssssss! Ñam, ñam!! :-)
Qué buenas las magdalenas!!!. Pronto subiré algo más, pero en GB, tengo mi blog: quépongo, mi nick: Auroratris. Me alegro de que te guste. ;)
EliminarYo allí soy Mariose. :-) Ok!! A GB casi no entro, que me lio jejeje! y como me gusta tanto leer y demás, me pierdo, curioseando jejeje! necesitos tres vidas más... a alguién le sobra una? :-)
ResponderEliminarLo siento, estoy en tu misma situación. Si encuentro algún donante ya te aviso ;)
EliminarA los gatos, ellos tienes de sobra, jajaja.
EliminarPero... aquí faltan datos: ¿cuántas bajas hubo? ¿daños colaterales? ¿munición empleada? je, je.¡Hubiera pagado por asistir y hacer el reportaje gráfico! Pero la crónica ha resultado muy buena. :-*
ResponderEliminarTodavía estamos haciendo el recuento.
EliminarJajaja, y yo te imaginaba vestida de Espartana con el escudo y la espada diciendo: ¿Cuántos sois?....300!!! Jaja. Buenísimo (supongo que de acorde a las magdalenas)
ResponderEliminarOye, pues sería un puntazo ir vestida así y hacer las magdalenas, jajaja!!!!. No lo había pensado.
ResponderEliminarmagnífica vuelta de tuerca para esta cabecita!
ResponderEliminarme encantaría darle una mordida...
Jajajaja... Al menos imagino que lo has disfrutado leyendo.
EliminarGracias por tu huella.
Mil besitos y feliz día
Taurus es un poema precioso.
ResponderEliminarBesos.
Muchísimas gracias, poeta...
EliminarUn honor que así lo hayas apreciado.
Mil besitos y feliz finde, amigo Toro 🤗
No sé por qué me vine aquí, creo que aún huele a magdalenas ;)
ResponderEliminarMás besos muy dulces Mi Querida Auro, los tuyos saben a magdalenas?
Vaya sorpresa, mi querido Dulce... Esto sí que es un placer.
EliminarAquí mis comienzos con sabor a magdalenas, sí.
Gracias infinitas por esta sorpresa.
Mil besitos con mucho cariño y Muy feliz finde ❤️