TÚ

Apareces en mi vida desvalijando todo orden que en ella se encuentra, arruinas mi templo inamovible, falsa creencia de mi torpe fe. Empobreces mi orgullo de guerrera indomable con el látigo de tus palabras que atraviesan la maraña de acero que forjé en el borde de mi credo. Y te expones ante mí con tu pecho abierto, mostrándome las palmas de tus manos… y yo… bajo la guardia, retiro la flecha que te apunta y doy cobijo a tus pasos que se acercan.

Te adentras en la oscuridad de mi guarida alojándote sin miedo y extendiéndome tu mano me convidas al sentir de tus latidos. Me acerco con el titubeo de un animal desconfiado para acabar recogida en tu regazo, y dormitar con el repiqueteo de tu voz.

Desvirgas el himen de mis oídos con susurros ya olvidados… devolviéndole la magia a mi chistera aplastada. Ensombreces con simpleza el temor que me asalta cada vez que empuño el arma, y te enclavas con tu argumento ante mi débil estatura descuartizando mi coraza oxidada, oleando las grietas de mi piel.

Ante esta levedad existencial que soy yo te postras servicial retirando la zarza que nos aísla, desenvainas historias que nos transportan en el tiempo y  la distancia, encierras mi mano en la tuya, tirando de mí si me alejo, haciendo de mi nombre terrenal el sonajero que te adormece.

Adueñado de mi mundo… TÚ.

                                                                       ©Auroratris