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jueves, 30 de julio de 2015

MÍA





foto sacada de internet

Apoyado en el quicio de tu espejismo me voy colando por las rendijas de tu deseo. Mi tacto engatusa al tuyo con toques quedos que hipnotizan a los sentidos, elaboro una trampa seductora que te sujeta en la encrucijada de tu reflexión.

Me siento en la ventana de tu noche esperando a que me entregues tu fantasía. Vendando tus ojos con palabras encendidas fecundo tu boca con el fuego de mi lengua, y ahogo un gemido en la depresión de tu cuello. Me regalas el satén de tus labios recorriendo el atlas de mi piel, me dejo, me abandono a esa dulce tortura que provoca la tensión en cada uno de mis músculos.

Un viaje sin retorno se expande ante mí. Tu cuerpo me parecen olas envolviéndome en ligero vaivén. Mi horizonte se vuelve tú.

Apreso las aristas de tus caderas apoderándome de una ráfaga de tu libertad. Me adentro entre tus muslos alcanzando la doma que me somete provocando el desquite de la compasión. Voy hundiendo mis temores en tu carne, saciando el apetito voraz del que soy esclavo.

Dominar, domino, dominado cada espasmo que me regalas doblegada bajo el peso de mi codicia.
                                                                                                                   
                                                                                                                    


lunes, 27 de julio de 2015

EL RETO DE TU MIRADA



foto sacada de internet
La desnudez de mis pasos me encauza hasta la penumbra de aquél salón, donde el índigo de un sillón acoge mi grácil figura. Ante mí, una majestuosa imagen sedente se despeja. La profundidad de sus ojos enmarca, clava y taladra cada uno de mis movimientos. Me dejo embriagar por la melodía de su voz.

Vacío mi mirada sobre el brillante rojo terciopelo que encuadra el rostro que me escruta. La sacudida de su mano distrae el intento de afinar tal empresa. Recorre el filo de mi cuerpo provocando una descarga eléctrica que eriza mi descubierta nuca. Perfila el óvalo de mi cara descuidando una sonrisa y yo respondo con la timidez de la mía.

Hablo, y al hacerlo, el latido de mi garganta se congela en el propósito de no quedarse en tan solo un suspiro. Origino el conato de una risa incipiente mostrándome una osada nuez varonil. El reflejo del nácar en su boca ocasiona el rubor de mis mejillas. Impregna el espacio con el retumbe de sus palabras, en tanto, estudio el relieve de su cara quedándome en el dibujo de sus labios.

Me resbalo en vistazos que me deslizan a lo largo de su etérea estampa. Chocan las chispas de nuestras pupilas y producen el milagro de la emanación. Se aceleran las frases, se acentúan los gestos estrellándose entre nosotros y una fragancia primaveral se  suspende en el aire.

Y sosteniéndome la mirada me reta una vez más a dejarme robar de soslayo.


martes, 21 de julio de 2015

REMINISCENCIA




foto sacada de internet


Acompañada de una taza de insomnio bebe con la mirada las letras matizadas de deseo.  La alquimia de la noche la envuelve en un aura estática atándola a los peinados reflejos de una luna desamparada.

Revive cuando despegada de juicio se adentró en los avernos de un roce que sigue latiendo en las defensas de su cuerpo, y una piel preñada de sensaciones prendió ante la imagen inmortalizada del amado.

Un deseo enloquecido ribeteó la ribera de sus ganas. La asió contra él desprotegiéndola de una acorazada sensatez. Marcándole el ritmo vorágine de una vida apasionada. Concediéndole un viaje hacia el interior de su alma para mostrarle la llave de sus cadenas.

Las palabras siguen pulsando en los espejos de sus ojos cuando regresa de su recuerdo. Secuestrada por una seguidilla, acallada por un soneto y embelesada por el trovador permite que la vigilia la guíe hasta los brazos de Morfeo.
                                  

                                                                        



miércoles, 15 de julio de 2015

MARÍA ENTRE VERSOS


Hoy mi espacio se cubre con unos versos que no me pertenecen, pero se hicieron para mí. María, sin darse cuenta fue llenando el cofre de mis tesoros con sus pequeñas joyas. Al engarzarlas he conseguido un rosario de piedras preciosas. La conocí siendo una tímida cereza, ahora se presenta ante mí con la sensualidad perlada en su boca. 
La música que acompaña su blog nos invita a leerla envuelta en una aura de serenidad.
Llegó y en mí se quedó. 
Gracias, María.








Una locura que grita entre gemidos, que no se puede callar, que golpea los cristales en las mañanas para despertar de los tiernos sueños, que acelera el pulso y los latidos del corazón, que se hace verbo entre los labios y conjugación en los cuerpos, provocado por el amor y la desenfrenada pasión.

Profunda mirada que hipnotiza hasta las entrañas, que desnuda la piel del deseo vistiéndose entre ella, que bebe a sorbos de sus poros, que saborea la inmensidad del placer, entregada, ofrecida, palpitando, deseosa de ser suya, encendida a fuego vivo, despojada de sus ropas, y vestida con el velo del placer...

Entre las sábanas los dos cuerpos se elevan hacia el mismo paraíso, no hay más placer que ser sábana entre la sábana de su piel, y manta de calor para su cuerpo.

Y el canto de sus cuerpos era música celestial para el placer del deseo, y sus caricias se envolvían entre las sábanas de sus pieles, y sus manos era instrumentos de percusión para componer la música del amor.
  

                                                                                              MARÍA S






Ingresada en la prisión de tu cuerpo, sometida al antojo de tus deseos, al delirio del placer, a la curvatura que dibujas con tu lengua sobre el arco de mi cintura, me arrancas la piel desnudándome a mordiscos con tus dientes, para ser fuego en tu prisión, y cenizas en tu infierno...

Consentida en los ojos de tu vida, en la muerte permitida, en la voz que arrulla tu alma, consentida en la pasión que abriga tu palpitar. Dominada entre tu cuerpo, entre el deseo y la pasión, abrigada entre la luz de tus ojos.

Deja que tu cuerpo sea mi laberinto para perderme entre tu cuerpo y bucear entre tu piel, deja que mis latidos se entremezclen con mis gemidos, que mis ganas sean el puente hasta tu universo, que la almohada sea mi sueño hecho realidad.

Tatúame de caricias, grábame en mi piel con tus labios tu nombre, no me sueltes en este baile consentido, quiero rodar en tus brazos, en nuestra melodía consentida, liberándome en el placer más intenso, entre las caricias de tus susurros que me tocan y me provocan.

Caricias plasmadas entre letras, sobre el silencio de la noche, latidos desbocados sin rumbo y sin sentido, gritan los gemidos a la luz de la luna.

                                                                                           MARÍA S.

miércoles, 8 de julio de 2015

ADONIS





foto sacada de internet

El temple de las caricias refugiadas batió los restos de un fuego, acumulándose cientos de ellas en cada punta de sus dedos, cálidas cenizas deslizándose por el junco de mi vientre provocaron el balanceo de mis cimientos.

Asomada a la abrasión de sus pupilas, lava recorriendo mi espalda.

Mi aliento rozó su oído despertando el sueño del guerrero. Desafiante su mirada clavada en la mía cinceló el deseo de la posesión. Perpetró los secretos de mi cuerpo con veinte latidos y un te amo. Sus caderas fundidas en las mías en hipnótica danza entregadas.

Y el hechizo fluyó.

Adormilado sobre mi brazo, su respiración agitada delataba la batalla carnal anteriormente librada. Su cuerpo inerte, confiado a mi piel, aspirando el perfume que de ella manaba. La boca entreabierta dejaba ver el brillo de su lengua, la misma que recorrió cada trocito de mi ser. Los ojos cerrados conteniendo el último vuelo de mariposa.

Vestidos de añil, la noche revelaba nuestras sombras fundidas en un abrazo liviano. Adonis descansó.


                                                                 
                         

jueves, 2 de julio de 2015

CONFESIONES



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Se confabularon los planetas para que la luna desplegara su embrujo. Y en la noche zíngara dos almas se confiesan vigiladas por una estrella fugaz. Postrado bajo el pórtico del santuario se aferra con sus manos a las atalayas del cuerpo. Derrumbado el muro de la fortaleza se adentra con la dulzura de un beso.

Los muslos se irguen ante sus ojos como columnas jónicas, ofreciendo un paisaje tentador. Se sueña amarrado, encadenado, fecundado de una arrebatada fogosidad. Seducido por el caprichoso torneado entreteje una imaginaria cadena para ser cautivo o rehén.

Conquistado por la calentura envolvente que asciende hasta la cabeza. Nublándose de razón se entrega al juego pasional. Vuela el espíritu aventurero sobre la piel desierta de marcas. Muerde, besa, firma con saliva los bosquejos acabados. Se entretiene con enrevesada originalidad grabando fantasías en las cúspides.

Rendido homenaje ante el templo orador. Confesados, liberando pecados de su fuero interno.