foto sacada de internet |
Una línea de
erotismo le cruzó la mirada cuando la vio entrar empolvada de sensualidad. Su
boca se entreabrió seductora cuando sus rostros se encontraron entre la gente. ¿Y si era ella?
¡Cuántas
veces dibujó la torre Eiffel al final de su espalda!
No podía ser
ella, y si lo era… los años la habían tratado muy bien. Mejor que a él ¿Cirugía
o felicidad? O acaso, ¿era como el vino mejorando con la edad?
Le perdió la
pista en una convención en Alemania, ella bromeó algo sobre la cerveza y acto
seguido desapareció de su vida. Recordó imágenes congeladas de aquella
mañana: La desnudez de ella sobre la cama, las manos sedientas de él dibujando
el perfil y una mezcla de vodka y caramelo en los labios. No volvió a verla hasta esta noche.
El juego de
la seducción. La mira… retira la mirada. Lo mira… misma jugada ¿Qué hace ella
en París? No es su zona de trabajo. Pensó que sería un viaje de placer. Y su
mente voló al goce de su cuerpo.
Persiguió su
nuca durante un buen rato y buscó la curva descubierta de su espalda, hasta
encontrarla. La vislumbró junto a un balcón que daba a la famosa torre. Su mano
derecha sostenía una copa de champagne. Y la estampa quedó grabada en su mente borrando de una pasada a la anterior.
¡Cuántas
veces bebió París de su ombligo!
La voz se le
quebró al pronunciar su nombre y el beso cayó hasta la mejilla. La seguridad de
ella siempre conseguía desarmarlo, ya no se acordaba. En sus ojos encontró el
camino, volvieron las palabras, sonaron las risas y una pregunta se liberó del
pecho.
- ¿A
qué has venido?
- Un día te
regalaré París.- Me decías los lunes por la mañana.
Paseó la
noche por el mapa de su cuerpo, la torre Eiffel al sur, al norte Notre Dame y
en el centro… París.
Muy ingenioso, buen desarrollo, buen remate.
ResponderEliminarUn gusto haber estado acá.
Saludos.
Muchas gracias, Navegante. Un placer tenerte aquí.
EliminarSaludos.
Seguro que era como el vino que on el tiempo se contrae y eleva en su sabor y seguro que el reencuentro tendría ese romanticismo que da la ciudad del amor y que como en ellos el tiempo les dio el aroma de la experiencia para volverse a amar.
ResponderEliminarRomántico, sensual y acogedor es sencillamente maravilloso leer tus relatos
Un places recorrer contigo París. Besos Auroratris.
París, inspira. Una foto, su nombre... es una ciudad preciosa, sin lugar a dudas. Seguro que hace que los encuentros sean doblemente románticos.
EliminarGracias amigo, Agapxis, por tu comentario y por compartir, eres un cielo y un gran poeta.
Besos.
Tienes talento para contar historias en la brevedad y atrapar con ellas al lector. Me ha gustado de principio a fin París :)
ResponderEliminarBesos muy dulces.
Gracias amigo, Dulce. Me alegro de que el micro te haya gustado, fragmentos de sueños.
EliminarMil besitos para ti.
Divino... Sensual, original...
ResponderEliminarY... París, que es una palabra mágica para mí, lo adoro...
Muchos besos
Yo también adoro París, qué tendrá?? Una vez leí que París no era una ciudad, sino un estado de ánimo, creo que no está mal la definición.
EliminarGracias, preciosa y mil besitos.
Me ha encantado ha sido como mecerse entre tus letras .... Paris
ResponderEliminarFeliz semana, besos dulces
Me alegro de que lo hayas sentido así, Slave.
EliminarGracias, bonita y mil besitos para ti.
Nunca antes me había dado cuenta de la sensualidad que tiene París. Visto así, claro, desde tu prisma, con tus ojos.
ResponderEliminar¡Qué decir! Quién fuera mapa para que descubrieran esa Torre Eifel y esa Notre Dame...
Te sales, hija... Besazos tocayos
Uffff, tiene poderío la ciudad de la luz, a mí me tiene... atrapá.
EliminarMuchas gracias, Toc. Me quieres, lo sé.
A ver si repetimos finde, Málaga también tiene lo suyo.
Un abrazo gordo, gordo.
ahhhh es una maravilla este canto a la madurez! precioso y poético!
ResponderEliminarGracias mi Luni, me alegro mucho de que lo sientas así.
EliminarUn fuerte abrazo.
Dibujó, encontró, bebió y, finalmente, halló y vivió, otra vez, una vez más, una vez, como primera :)
ResponderEliminarEt pour toi, j'étais prêt à remuer ciel et terre, mais t'as pas vu tout ce que j'ai fait. J'ai perdu ma bataille, il n'y a plus rien à faire...
Cuando no es el final... el reencuentro es como la primera vez, siempre.
EliminarBelle brodé de mots de désespoir , pas de batailles perdues se il jouissait de la tentative.
Gracias, Nicky y volveremos a beber París. Confía, preciosa.
Mil besitos.
que bonito donde hay una historia asi en mi vida ja ja sera en mi mente y la tuyayo con Paris me conformo
ResponderEliminarbesos
Vivir historias así desde la mente, imaginarlas y sonreir. Tenemos poder de viajar y de sentir con solo soñarlas, Txatxa. Jejeje, yo también me conformo con París.
EliminarMil besitos, bonita.
La arquitectura femenina,una musa de proporciones irreemplazables. Un abrazo compañera.
ResponderEliminarOhhh, adorable tu forma de ver la feminidad.
EliminarGracias por tu huella, Rendan.
Un abrazo para ti, amigo.
Seguro que vuelve allí, Besos.
ResponderEliminarSeguro que sí, Amapola.
EliminarMil besitos para ti y feliz tarde de domingo.
¿Qué decirte? Siempre es un lujo leerte, y releerte :)
ResponderEliminarMuchos besitos, guapa
Muchas gracias, Carmen.
EliminarLujo son también tus entradas, tan acertadas.
Mil besitos y buena tarde de domingo.
Magnífico relato. Me ha quedado un sabor a Paris que no veas!
ResponderEliminarFelicidades querida amiga!
Besicos.
Me imagino ese sabor.
EliminarGracias, amiga Ohma. Un placer tenerte.
Un abrazo desde mi sureste.
Cuánta sensualidad hay en este micro, Auroratris, juegas con las palabras de una manera maravillosa, tanto que nos envuelves en tu relato, y nos haces meternos dentro de los personajes, es increíble, la manera que tienes de narrar la historia, y ese aire tan seductor que das en cada historia, cada día me maravillas más.
ResponderEliminarHe oído decir que París es la ciudad del amor, y creo que debe ser cierto, y también la del encuentro, tú nos lo confirmas bien, pues no te imaginas las ganas que tenía de conocer París ya antes de haber leído tu entrada, imagínate ahora jajajaja, pero lo he sentido leyéndote.
Aunque todo tu relato me atrapó, me encantaron especialmente estas seductoras frases:
Cuántas veces dibujó la torre Eiffel al final de su espalda!
¡Cuántas veces encontró Notre Dame entre sus senos!
¡Cuántas veces bebió París de su ombligo!
Te felicito, Auroratris, por tu manera de transmitir, ¿sabes que cada día te admiro más?
Un beso enorme y feliz fin de semana.
Madre mía, cómo me haces sentir!!!
EliminarMaría, mi maestra que me enseñas con tus entradas que si cierro los ojos puedo ver y sentir las emociones. Que dibujas sensualidad con tus palabras ayudando en el aleteo de mi imaginación. Mi meta querer aprender a cincelar así, simple aprendiz tras tus pasos.
Me siento agradecida y mucho.
París... la visité en una ocasión. Toda ella enamora, incluso su lluvia.
Mil besitos y feliz tarde de domingo.
Me has atrapado con la historia llena de sensualidad y encanto. Besos
ResponderEliminarMe alegro de que la hayas disfrutada, Hanna.
EliminarGracias y mil besitos de domingo.
Muy buen relato
ResponderEliminarSaludos
Gracias por venir y quedarte.
EliminarSaludos.