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lunes, 18 de mayo de 2015

LA PIEZA DE TU VIDA



foto sacada de internet

Suéltame la lengua para liberar todos los “te amo” que tengo ahogados en la sima de mi garganta. Quítame la venda de los ojos para que pueda ver el alma de mi mentor. Desencadena mis muñecas, libera mis manos para que puedan tocar el fondo de lo sagrado. Desabotona mi pecho y rescata ese corazón lacerado harto de latir en pretérito.

Sujeta las bridas de mi cabello, reconduce mi cabeza hasta alcanzar la altura de tu frente, grabar tu mirada y no olvidar a dónde voy y hasta dónde tengo que navegar. No aflojes mi talle en las curvas de la senda, haz que salte los charcos contigo, que sólo sean el espejo dónde poder mirarnos y engalanar nuestras figuras.

Invítame a bailar la pieza de tu vida y prometo reservarte el resto de los bailes de mi cuaderno vital. Adoctríname en la cruzada de tu pecho para defenderte de los demonios que te acechan. Déjame beber del cáliz que brinda tu mesa y colmarme de sabiduría para ahuyentar las pesadillas que amueblan tu cabecera.

Ofréceme tus lunas a cambio de mis soles. Tatúame en los labios, en el vientre, en los muslos, en los dedos de mis pies… que tú eres el motivo por el que suena esta melodía. Recuérdame por lo que sigo aquí pegada al aire de tus suspiros susurrando tu nombre con el mío, para que no me pierda, para que no te olvide.

Regálame sonrisas cuando te hable bonito.
                                                                                

             


lunes, 11 de mayo de 2015

AMANECE

imagen sacada de internet

Se despereza la mañana sobre la desnudez templada de nuestros cuerpos. Nos sorprende el sol con tu barbilla apoyada sobre mi costado, tu respiración tranquila y serena vuela hasta la línea de mi cintura. Provoca un cosquilleo haciendo que me repliegue entre tus brazos. Tus manos se desentumecen punteando el círculo de mis caderas.

Me vuelvo para poder zambullirme en tu mirada, para ser sirena en su reflejo, bucear en la intensidad de su luz. Grabas una sonrisa en tu rostro y yo… te regalo el primer beso que despierto para ti. Tu incipiente barba raspa mi piel provocando una huida hacia el hondo de tu cuello dónde me pierde el aroma de tu ser.

Me enfilas con el peso de tu cuerpo, me atrapas en la trampa de tus brazos y yo me dejo ganar en cada movimiento cómo si de una partida de ajedrez se tratara. Te posas sobre mí y el rojo de mis uñas recorre el largo de tu espalda voy  escribiendo tonterías sobre tu columna inmaculada. Tu mejilla descansa sobre la almohada de mis senos mientras tus manos juegan con su tímida redondez.

Me posees o te poseo, te pertenezco o me perteneces, me tienes o te tengo. Sólo sé que me tientas, me provocas, me retas con el hilo de tu voz pegada en el balcón de mis ojos. Me aceleras los latidos, los deseos… se me vuelven implacables las ganas cuando susurras que me quieres hasta los límites de la locura.

Atrapo mañanas para ti y con ellas hago versos.





                                                                                                       

domingo, 3 de mayo de 2015

CAFÉ







Narcotizada por la profundidad de su mirada se va despojando de las prendas del pudor. Ofrecida, cubierta por el velo invisible del deseo. Encendiendo el camino que resta entre la tortura y el placer.

Un canto estremecido se escapa al roce de unos ávidos dedos deslizados por el margen del paraíso. Gemidos que descosen la cortina de la oscuridad, rasgando las sombras proyectadas en el iris de sus ojos. Quema la adrenalina bombeada desde la diana de la razón, se diluye en vertiginoso descenso para escapar por los poros de la piel.

Se aleja del umbral de la cordura a lomos de una fascinación desbocada.  Convirtiéndose en cálida arcilla, húmeda, maleable, fundida entre los dedos de su dios. Entrega las dunas de su cuerpo a una boca hambrienta de aguamiel.

Desnudando el momento con el color del erotismo trenza las vibraciones en una misma ondulación, abandonando(se), plegando(se), posando(se) sobre el tapíz de su pecho.

Consentida, mimada, divinidad convertida en el café de sus noches.