A veces se recuesta en el postigo de su silencio y este le
habla de ti sacudiendo el mantel del pasado. Se le engancha un recuerdo como si
fuese el desportillo de una uña, que deslizándose por el bordado del tiempo se detiene agudizando su atención en el bodoque deshilachado.
Imagina que todo tiene una explicación, un límite o una
asignación… y ella consumió todo, y tan sólo le queda ser la espectadora que
devora la vida ajena con un cuenco de palomitas sobre sus ajados vaqueros.
Le sonríe a una imagen en color sepia y se pregunta: ¿desde
cuándo?
Ya no recuerda a la última mariposa que abandonó su
colección, olvidó su color y su forma y
hasta la maniobra de vuelo cuando esta
dijo adiós.
Y hoy una canción le vuelve a hablar de ti… ahora que te
había olvidado, ahora que tu nombre ya no forma parte de su lista de vocablos obsoletos…
de los nuevos… de los inventados…
Porque sí, ella inventa palabras haciéndolas personales,
suyas… y ríe aniñada ante su hazaña.
Ella calza alas de ninfa desde que te olvidó, me lo dijo en
secreto, no digas que te lo he dicho yo.
Pero hoy, hoy te ha recordado por
una canción… ¡vaya, me estoy repitiendo!