"Es el último sorbo", me dices.
Y bebo con la mirada alzada
a una estrella que me guiña su complicidad.
Mas luego vuelvo al sueño de tu sonrisa,
al escaparate de tus ojos clavados en los míos,
y confiando en tus palabras,
abrazo todos y cada uno de los deseos.
Antes de que suene la última campanada
me volverás a pedir un Brindis Más.
Y cubriendo mis hombros
con un discreto silencio
Danzaremos de nuevo.