Cada vez estoy más convencida de que el Mercadona de
mi pueblo iba destinado a ser un centro de SPA. Una vez vistas las
instalaciones, el entorno y la ubicación, desistieron de su empeño y todo quedó
reducido a ser lo que ahora es: su supermercado de confianza.
La impronta de la primera idea quedó marcada.
Realizar la compra en él, es como ir a un balneario para formar parte de un
programa llamado (en este caso y por tratarse de un pueblo) “circuito rústico”.
La zona thermalium quedó relegada al parking: calentito,
agobiante, asfixiante, el vapor de agua lo sustituimos por los gases del motor,
ya sé que no es lo mismo, pero…. hay que echarle imaginación ¿no?
Una vez dentro de dicho súper, empezamos a formar
parte de ese río de masa humana dejándonos llevar por la corriente.
Llegamos a la zona de los congelados. No hay que
tardar en decidir qué tipo de croquetas quieres llevar a casa: también te
puedes llevar un constipado. Después de la sudada, se te enfrían las neuronas.
Pasamos al solárium, también conocido como:
perfumería. ¡Qué focos más potentes! Te permite sacar las gafas de sol y todo.
Es aconsejable dejar el carrito en el centro del pasillo y lanzarte a coger el
artículo deseado en décimas de segundo, si alargas el tiempo puedes padecer una
insolación.
Sólo nos queda visitar la zona de caja. La cola
transcurre entre achuchones y apretones, se podría decir que es mismamente un
masaje antes de abandonar el local y volver a la zona thermalium para relajarse
y salir de allí pitando.
Cuando llegas a casa con tu compra ¡no te espera un
capuchino, no! Mientras vas colocando,
se cruza un pensamiento: en la próxima visita llevarás albornoz y gorro y
chanclas de piscina, igual sin pretenderlo patentas una nueva forma de hacer la
compra. Mirándolo bien, mi Mercadona conseguiría ser lo que en un principio: un
centro de spa, pero sin agua.
AJAJAJAJAJAJA..lo has clavado!
ResponderEliminares tal cual!
Me he pasado un rato estupendo!
Gracias, Luni. En la próxima visita al súper, ya sabes...
EliminarBesos
Las cosas que se te ocurren,pero...jugar con la imaginación hace más placentera la vida,no?
ResponderEliminarMuy divertido.
besitos
soni
Jajajaja, eso es Soni, mucho más placentera.
EliminarGracias por pasar.
Besos
Bueno, mirado de esa forma, tal vez tengas razón. Te dejo un cariñoso beso guapa!!
ResponderEliminarMirado de esta forma y echándole imaginación, jajaja.
EliminarGracias Manuela y otro cariñoso beso para tí.
Qué buena analogía... jajajajaja y cuanta razón llevas. Un texto muy original y divertido.
ResponderEliminarBesos!!!
Gracias Maite. Me alegro de que te haya divertido.
EliminarUn besazo.
Muy original, Aurora!!! Le has echado imaginación, jamás lo hubiera pensado... A ver... cuidado con echarse el aceite del súper para masajear, jajajajajaja.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno si lo haces en perfumería y bajo esos focos, ya te puedes ir a la sección de cocina precocinada, jajajaja.
EliminarGracias por tu comentario, Luis.
Un besazo.
jajaja, la verdad es que mañana, que voy al de mi casa, me acordaré de ti, y si paso por la "parafarmacia" ya ni te digo... Muy bueno!
ResponderEliminarEstoy segura de ello. Protégete cuando llegues a la parafarmacia, se han dado casos de quemaduras de segundo grado, avisada estás, tocaya.
EliminarUn abrazo y suerte.
No hay como tomarse las cosas con humor,:)
ResponderEliminarDivertido.
Besossssss
Estamos de acuerdo, Ohma. Es lo mejor.
EliminarGracias por dejar tu huella.
Un besazo
Qué bueno¡ Yo detesto las zonas de los yogures y de los congelados, odio el frío y paso con el carro como un rayo... en la zona de la charcutería disfruto más, esos jamones, esa cecina, eso chorizos...
ResponderEliminarBesitos, Aurora, gracias por el texto... hoy voy ha dormir soñando con los choricitos.
Gracias Levi! En esa zona de los yogures he llegado a echar en falta una rebeca de verano, no te exagero!
EliminarUn besazo y dulce choricito, jeje.
Si es que estamos en crisis,niña... y si te llevas dos por uno... pos eso que nos ahorramos. :D
ResponderEliminarEso mismo pienso yo, jejeje.
EliminarUn besazo, Hulna.
Ja ja ja...! qué bueno!!
ResponderEliminarGracias, Mariose.
EliminarUn besazo.
Jajaja! Qué gracioso. A mí no me gusta nada ir a estos sitios, Mercadona no es de los peores por lo menos, no es tan grande como Carrefour o Alcampo, pero igual... Así que desde hace unos meses hago la compra por internet. Qué tonta, si lo hubiera visto como tú a lo mejor me lo pasaba mejor haciendo la compra...
ResponderEliminarMe ha gustado el texto, me hizo reír
Saludos
Puedes ir alternando ahora que ya conoces el segundo beneficio, jejeje.
EliminarGracias por pasar y comentar, Eva.
Besitos
Mi rincón preferido es la sección de repostería, panadería y confitería. Ahí, entre la cámara de las tartas congeladas, el frigorífico de los dulces refrigerados, las estanterías de los bizcochos y las madalenas y las del pan calentito recién sacado del horno (industrial, por supuesto) se consigue la temperatura idónea.
ResponderEliminarMe ha llevado años encontrar el punto exacto donde eso ocurre. Cuando quieras, te paso las coordenadas para que las metas al Tomtom.
Como siempre, imaginativa, resuelta y... muy buena;)
M BSS
<3
Golosooooo!!! Allí nos vemos, no te preocupes, soy más de cartel indicador.
EliminarGracias y un besote.
Pues haz como yo: una lista bien detalladita y que vaya a comprar tu pareja.
ResponderEliminarPero tengo que confesar que me ocurre lo mismo que a Joaquín, que cuando llego a la sección de chocolates y cositas ricas me flipo mucho jeje
mil besos.
Yo también hago esa detallada lista y se la doy a mi pareja, entonces él la completa con alguna cosita más y me la devuelve, jajajaja. Con los beneficios que tiene el súper!!! Y ese pasillo que tiene un no se qué, que qué sé yo ;)
EliminarGracias Ángela, por tu comentario y más besos para ti.