Me someto a
la genética del nudo,
que se
vuelve gordiano en el difícil desempeño
de liberar
los brazos y donarlos al cielo,
creando el
crucero que rompa la noche.
Esclavizo todos los intentos
para ser solo
ese abrazo de aire,
de viento,
que se
prende a tu vida
en un verbo
de amor.
Pero este
latido intrínseco
no se deja
dominar y se vuelve torbellino
en la trova
de mis días.
Resaltando
como un campo de amapolas
bajo templos
de plomo,
porque soy
la tríada de tu abrazo.
©
Auroratris
Poema con el que he colaborado en el Especial Aniversario
/https://escritoresyletras.wordpress.com/2022/10/25/indomitus/
De la mano de mi querida amiga Marina Collado Prieto. Gracias por contar conmigo 💗