La abuela mece su mirada
frente al fuego,
masculla recuerdos
entre amagos de sonrisas
y retazos de soledad.
En la penumbra de la noche,
se hace eco una presencia
que ella cree vislumbrar.
Con gesto cómplice
me dicta un guiño de silencio.
Y tras una cadena de segundos,
su mente vuelve a viajar.
Pienso que,
un amor de juventud la seduce,
y ella se deja conquistar.
© Auro
Microrrelato en verso con el que participé en el concurso de Grupo Búho.