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lunes, 8 de octubre de 2012

LAS PALABRAS VEDADAS






 
 
 No me costó convencerla en aquel viejo parque. El invierno había anidado en su alma desde hacía tiempo. Conquistarla, enamorarla, regalarle una última primavera antes de que las mariposas se extinguieran.

La transparencia de sus ojos y de sus labios casi consiguió que flaqueara en mi propósito. Seguí beso a beso devorándole el miedo. Ella y no otra, su momento, la elegida para la conquista.

Construí un mundo de color a su alrededor esperando el instante, ése que delata la hora de acabar con las mentiras, cuando las palabras arrancan la máscara veneciana, dejando al descubierto el rostro verdadero de la voz escuchada.

Me fui introduciendo en su vida a la vez que ella penetraba en la mía. Recogía sus abrazos como la hoja lo hace con las gotas de rocío. Coleccionaba sus caricias como el anciano que acumula los gratos recuerdos. Los días a su lado me hicieron descubrir que podía cambiar de parecer, más no era posible, no me crearon para el amor, sólo robar almas perdidas.

En las noches, cuando me separaba de su cuerpo, la pena se apoderaba de mí, la amaba tanto que llegó a confundirme, creí ser mortal. Me hizo adorar el sol, reír bajo la lluvia, venerar los amaneceres, bailar bajo los rayos de luna. Idolatraba su risa, la misma que ahora golpea mis sienes una y otra vez. Reverenciaba cada suspiro que de ella emanaba. Quemamos el tiempo abandonándonos el uno al otro.

Las palabras vedadas llegaron un atardecer, hacía frío, el calor de la hoguera envolvía nuestros cálidos cuerpos. Clavó la noche de su mirada en mi rostro y exhaló las dos palabras que yo perseguía desde un principio. Las que me darían lo que vine a buscar, el premio, el triunfo, el final.

No pude evitar que las pronunciara, aun cuando mis labios sellaron los suyos, ellas salieron produciendo el efecto ya no anhelado

- Te quiero

Y su alma abandonó el cuerpo inerte, quise gritar para despertar el sueño eterno, quise retroceder en el tiempo. Ya eres mía, pensé, me has entregado lo que vine a buscar, ¿no sabes quién soy?

- ¿No sabes quién soy?- bramé. Las lágrimas nacieron en mis ojos,  como siempre que consigo un alma.


 

32 comentarios:

  1. Una muerte deseada por la protagonista,por eso mismo no le ofrece resistencia, sólo un tiempo de convivencia y luego dejarse llevar.
    Un tema peliagudo expuesto desde un punto de vista muy inteligente y bien escrito.
    Besos, querida Aurora.

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    1. La última cerilla, Ohma.
      Muchas gracias por tu visita.
      Un besazo.

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  2. Muy bien estructurado,con un final que es el que tiene que tener,y los ingredientes para una lectura interesante e inteligente!

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    1. Muchas gracias, Luni. No sabes lo que me aporta tu comentario.
      Un besazo.

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  3. Es precioso!!! que prosa más linda Ana!! me ha emocionado. La música también ha causado su efecto, esa película me estremeció.

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    1. A mí también, me encantó esa peli. Me alegro de que te guste esta entrada, Maite.
      Un besazo.

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  4. Esto es hermoso!! he disfrutado muchísimo por cada palabra. Déjame felicitarte, me ha encantado.
    Besos

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    1. Por supuesto que te dejo, Luis!!! Es agradable saber que las palabras cumplieron.
      Muchas gracias.
      Un besazo.

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  5. Me encantó!!! Disfruté muchísimo leyéndolo, algunas frases me parecieron preciosas...
    Un beso

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    1. Gracias, Eva. A mí me encanta que pases por aquí.
      Besos.

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  6. Madre mía, cómo se nota que llega el invierno y la tónica de los blogueros ronda lo oscuro y lo tétrico. Muy bien llevado, tocaya. Un abrazo

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    1. Halloween se acerca, se nota, eh?
      Gracias por quedarte por aquí, tocaya.
      Besos

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  7. Un alma...
    Y, yo diría que un corazón también consiguió...

    Abrazos

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    1. Yo también lo creo, Trini. Con amor se consigue todo o casi todo.
      Gracias por esta visita.
      Besos.

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  8. que guapo!
    yo tampoco sé quien soy ahora mismo...
    saludos viajeros,

    Trini.

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  9. Estremece la entrega pero creo que más todavía la conquista que no resulta tal.
    Hermoso en su desolación, pero también en el vértice de lo irremediable, lo que tiene que y va a suceder.

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    1. Siempre hay un riesgo que hay que correr.
      Gracias por esta huella, Fonsi.
      Un abrazo

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  10. Jamás la muerte fue caballero tan galante y delicado (y hermoso, hay que decir).
    Pero... ¿sabes qué? Sólo una mujer podría describir la entrega (la deseada) que precisa una mujer.
    La sutileza que desprende tu texto... pues éso... que sólo puede salir de un corazón femenino.
    Felicidades por tan bello relato, pequeña saltamontes.

    ;)

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    1. Es verdad, Hulna! Dejarse llevar así... tan dulcemente. Y no como en la vida real: aquí te pillo aquí te mato.
      Tu comentario sí que es hermoso, gracias guapetona.
      Un besazo

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  11. La seducción de la muerte expresada de forma muy hermosa. Un texto excelente. Salud!

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  12. El viejo arte de la seducción, quién mejor que ella para llevarlo a cabo. Muchas gracias por tu visita, Funambulus.
    Un saludo.

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  13. Muy bello y estupendamente escrito. Me dejaste con el corazón en un puño.
    Te sigo.

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    1. Gracias Fernando, es un placer tenerte por aquí.
      Un saludo.

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  14. Buah, me ha emocionado de verdad. Es una delicida si lee mientras escucha la canción que has puesto. Me gusta mucho tu pluma.

    Bisous

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    1. Me alegro de que te haya tocado la fibra sensible, y es verdad que esta pieza acompaña el momento.
      Muchas gracias, Nadja.
      Besazos

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  15. Precioso,amiga; me encanta tú prosa y lo que transmite, aunque yo quitaría la imagen inicial, para no dar pistas.
    Una visita muy agradable, como siempre.

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    1. Buena observación, la tendré en cuenta para próximas entradas.
      Muchas gracias por esta visita, amigo Castelo.
      Un abrazo.

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  16. Aurora, me ha parecido genial como has conducido la historia desde el prinicipio para un final esplendoroso pero inveitable,

    Un abrazo

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  17. Ya decía yo que me sonaba la historia a alguna peli que ya había visto (y además con muy grata compañía) y me preguntaba qué c..o pintaba el Pitt en la cabecera del escrito.
    Ahora en serio: es un guiño precioso a la cinta de Martin Brest, con esa variante que nos ha hecho desear un final distinto al que había de ser.
    Bsos.

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    1. La peli merecía el guiño, invita a la reflexión y al poder disfrutar de una última fiesta con más entereza, si cabe.
      Besos.

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Gracias por danzar conmigo.