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- Pronto será nuestro aniversario, ¿qué me regalarás, querido?
- Pronto será nuestro aniversario, ¿qué me regalarás, querido?
- No sé, ¿Qué deseas?
- ¿Qué te parece un… te quiero?
- Hum, ¿Dónde lo venden? Pregunta de forma distraída mientras seguía pasando las páginas del periódico.
- En la tienda del corazón.
- ¡Ah, vale! Dame la dirección y cuenta con ello.
- Anota, no repito: calle no me olvides, sin número ¿Lo tienes?
- ¡Seguro! Por cierto, ¿sólo quieres uno? - La mirada clavada en la noticia del día.
- Sí querido, con uno me conformo.
Se levantó y se fue a acostar. Esperó inútilmente a que él apareciera en la habitación y la abrazara como si no hubiera un mañana. Mientras los brazos de Morfeo la iban envolviendo, él seguía sumido en la lectura, ignorando la oración de la mujer:
- Dime que me quieres, sólo una vez.
Una historia muy triste y muy habitual. En este caso la pregunta seria ¿Merece la pena estar con alguien en esas condiciones?
ResponderEliminarUn abrazo.
La respuesta es no, no merece la pena. Frena la soledad, y nos vamos sumiendo en ese estado de conformismo, de comodidad... hasta que llega el valor y todo nos importa un pimiento.
EliminarGracias por venir, Rendan.
Un abrazo para ti, también.
A veces, la rutina y los años juntos vuelven a las personas frias.
ResponderEliminarEs triste necesitar una palabra y no encontrarla.
Excelente texto.
Un besito
Si, es lo normal, no debiera ser así, pero....
EliminarQué triste mendigar amor o palabras de amor!!
Gracias, Luján.
Un fuerte abrazo.
Best regards from Paris....
ResponderEliminarPierre
Gracias Pierre, por tu visita.
EliminarSaludos.
Vivir en el ártico emocional es tremendamente destructivo. Ya sabes que hay verbos que no admiten imperativo.
ResponderEliminarY respondo yo a Rendan Laveriz: No, no merece la pena compartir nada con alguien a quien se mendiga afecto.
Besos compañera.
Totalmente de acuerdo, amiga mía.
EliminarNos pasamos la vida mendigando, ya sea material o espiritual.
Un fuerte abrazo, mi Gondo.
¿Vale igual un tequiero de mercadillo? Es por ahorrarme algo para el periódico.
ResponderEliminarUn abrazo. Y gracias por seguirlo recordando.
Jajajaja, no, yo lo quiero de marca, así que ve ahorrando y las noticias ya te voy informando a viva voz.
EliminarGracias, Amando.
Un abrazo y seguiré recordando.
Algo se muere en el alma cuando el amor se va.
ResponderEliminarTerrible situación y lo que vendrá luego no lo es menos.
Un abrazo, querida Aurora.
Se mueren muchas cosas Ohma, durante y después.
EliminarNada es fácil, mas convivir con el desaliento es más difícil.
Gracias, amiga por pasar.
Un fuerte abrazo.
Es terrible la sensación de pedir una frase o un gesto. En esos momentos el planteamiento lógico sería el de "ahí te quedas", pero qué debiles somos la mayoria de las veces.
ResponderEliminarAbrazos.
La mayoría de las veces somos débiles, sin embargo, llegado el momento del valor, hay que aprovecharlo y dar el paso. Lo importante es valorar en determinados momentos.
EliminarGracias, Eva.
Un abrazo que te mando.
Vamos a ver... este diálogo es muy interesante, pero no en la realidad sino en las letras. Y lo digo porque abre debate.
ResponderEliminarYo veo tres posibles estados.
1- Se acabó el amor de ambos.
2- Se acabó el amor de él.
3- Se acabó el amor de ella.
Aurora, un abrazo
Ay, querido Luis!!! Efectivamente, da juego este diálogo. Él, ella, los dos....
EliminarCuando la rutina se instala, se acomoda en una pareja, termina cerrando ventanas, puertas y apagando luces. Matando la ilusión, la chispa...
Un placer, como siempre el que vengas, amigo.
Abrazos.
Cuando el amor termina, Aurora, es inutil que alguien recoja el guante de la sutileza más o menos explícita.
ResponderEliminarMe parece muy clarificador el hecho de tener que pedir ternura de una manera u otra.
Un abrazo grande y feliz semana
Cuando el amor termina, no queda otra que recoger los pedazos y seguir. No hay más.
EliminarGracias Pilar, me encanta tu visita.
Otro abrazo para ti y feliz semana, también.
Cuando la costumbre substituye al amor, cuando un “te quiero” ya ni siquiera es respuesta a una pregunta, cuando vivir juntos se vuelve rutina, la pareja deja de ser lo que fueron, perdieron la esencia que los unió, hoy sólo comparten la habitación, los “te amo” murieron .
ResponderEliminar¡Saludos!
Sólo comparten la habitación, una frase que encierra mucho significado. Qué triste es que mueran los "te amo"...
EliminarGracias, Juan Carlos.
Besos.
...Cómo una oración continúa e inútil...
ResponderEliminarSi es para mentir, mejor será que calle.
Abrazos
Estoy de acuerdo, si es para mentir, mejor que calle.
EliminarUn fuerte abrazo, Trini.
El diálogo fantástico, la historia triste vale, pero muy real. Yo opino igual que la gondo, no quiero un "te quiero" valga la redundancia que sea suplicado, no se piden, no me valen.
ResponderEliminarIba a decir una bordería de dónde manda yo al marido jajajaja pero mejor no que hay mucha gente susceptible con estos temitas.
Besos, amiga.
Jajajaja, no te prives, habla, habla que tu pueblo escucha. Todas opinamos igual, no hay que pedir, ni mendigar amor.
EliminarPero, qué guapa te veo últimamente, amiga!!!!
Un fuerte abrazo, Maite.
Muchas gracias... es que el femenino singular me está sentando que ni te imaginas!!! jajjajaja besos.
EliminarQuerida amiga Auroratris.... buenas tardes!
ResponderEliminarHe leído con mucho cuidado tu entrada. Y saqué mis conclusiones antes de leer lo que tus amigos han dicho.
Al leer los comentários tuve la misma sensación que todos.
La rutina, el enfriamiento de la relación, la falta de atención con la persona amada... Todo eso lleva a pedir un cariño, una atención, un mimo, un "digame que me quieres".... y así..
Muy lindo el cuento.
QUe nos sirva de reflexión para que nosotros no dejemos nunca de decír.... "amor te quiero como siempre.. te amo.... y tu mereces la mayor atención del mundo"...
Besos amiga..... gracias por tus visitas a mi espacio muy simple...
Marco
Nunca hay que llegar a pedir el cariño o el amor, pero cuando las relaciones se enfrían nos obligamos a pedir, por si queda algo que se pueda salvar.
EliminarComo bien dices, amigo Marco, no dejemos de decirlo.
Gracias por pasar y es un placer visitar tu espacio.
Un abrazo.
GRACIAS POR COMPARTIR, ESTAMOS TAN FELICES LOS ARGENTINOS CON LA ELECCION DE ESTE PAPA, NO LO ESPERABAMOS POR ESO NOS SORPRENDE TANTO, NI ÉL LO ESPERABA, LE DIJO A LA HERMANA CUANDO SE SUBIÓ AL AVION "HASTA LA VUELTA".
ResponderEliminarCREO QUE NO QUERÍA SER PAPA PERO BUENO... A EL LE GUSTABA BUENOS AIRES Y SU GENTE.
ES UNA PERSONA MUY ESPECIAL, MUY CERCANO, QUE SE COMPROMETE CON LOS QUE MAS LO NECESITAN.
ACÁ SE LO QUIERE MUCHO.
BESOS
Me alegra oir eso, Luján. Os podeis sentir orgullosos de él.
EliminarUn abrazo.
El desamor existe, pero la falta de comunicación mata la convivencia.............. sin duda alguna!
ResponderEliminarUn abrazo
Isabel
También, esa falta de comunicación que tanto daño hace, se instala silenciosamente, acomodándose entre ellos, acompañándoles en cada momento. Y después viene todo lo demás.
EliminarUn placer verte por aquí.
Un fuerte abrazo, Isabel.
Dura sensación de vacío que hay ahí...y cuánta gente andará en esas...
ResponderEliminarHe vuelto, por fin!
Besos!
Acertaste! Un vacío inmenso. Me alegro de tu vuelta, toc.
EliminarUn fuerte abrazo y bienvenida.
Hola, enhorabuena por tu blog!
ResponderEliminarSi usted puede visitar este blog:
http://morgannascimento.blogspot.com.br/
Gracias por su atención
Gracias, Morgan.
EliminarPor allí me pasaré.
Saludos.
GRACIAS POR TU HUELLA QUERIDA AMIGA.
ResponderEliminarUN PLACER VERTE POR MI CASA PARA COMPARTIR LA AMISTAD QUE TANTO BIEN NOS HACE.
BESOS
Es una delicia visitarte, Luján.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga.
Ainsss "la lectura" y... todos lo demás, que nos "distrae" o nos llenan vacios...
ResponderEliminarQué de millones de historias debe de haber de puertas para adentros, como ésta.
(el 30 de marzo es nuestro aniversario jejeje..!! pero bueno, me siento afortunada, la verdad)
Muackasss !!!
Te felicito, amiga mía. Eres una afortunada, entonces.
EliminarHay muchas historias como esta y no nos damos ni cuenta.
Un besazo.
El mío es para octubre, jejeje.
UNA VEZ MAS MI GRATITUD POR TU PRESENCIA, POR VENIR A TOMAR EL TÉ DE LOS MARTES, POR ESTAR... UN BESO Y UN ABRAZO.
ResponderEliminarBELLAS PALABRAS ME DEJASTE EN EL BLOG QUE VALORO MUCHO.
Gracias a ti, Luján. Leerte siempre es un placer.
EliminarAbrazos, amiga.
Precioso,amiga...breve y poetico, me recordó al mejor Sabina, al de Princesa;Romantico, triste y escueto, nada más hace falta para escribir. Un placer,Ana :)
ResponderEliminarPreciosa canción, me encanta en boca del gran Sabina.
EliminarSabes que siempre agradezco tu paso, me aportas mucho.
Un abrazo, amigo Castelo.
En muchas ocasiones se llega a esta triste situación por dejar la relación con el "piloto automático" puesto.
ResponderEliminarY es una pena, por la desolación de la persona necesitada de afecto y por la miseria de la persona que se cree "no necesitada"
Besos.
Exacto! Nos creemos coches fantásticos con piloto automático incorporado, avanzando por una autovía monótona, nunca más lejos de la realidad!
EliminarMuchos besos.
Como la vida misma.
ResponderEliminarPor eso yo siempre digo que no hay que esperar nada, sino solo recibir lo que te quieran dar. Pero a veces es muy difícil.
Me ha encantado encontrarte.
Saludos
Quien nada espera, nada le decepciona. Es mi lema, pero como tú dices es difícil.
EliminarGracias por encontrarme, ha sido todo un placer.
Besos.
Qué triste y qué real!!! Cuántas mujeres hay que pagarían triple por escuchar alguna palabra cariñosa de boca de sus maridos (de hecho me vienen unas cuantas a la cabeza).
ResponderEliminarEs tal cual, lamentablemente...
Un beso, que disfrutes la semana santa!!!
Tienes razón Eva, hay muchas mujeres así. Tenemos que aprender a vivir sin las migajas, sin la espera, por y para nosotras. Sacar a la egoista que llevamos dentro.
EliminarUn gustazo tu visita.
Un fuerte abrazo.
GRACIAS POR TU HUELLA QUERIDA AMIGA
ResponderEliminarFELICES PASCUAS
UN BESO Y UN ABRAZO
Breve relato, no hacen faltan más palabras, para expresar la monotonía en los sentimientos de alguien que convive con un mueble. Vivir en esa niebla que ciega la puerta, es engañarse, hay que escapar de esos silencios con sonido a indiferencia. Un abrazo
ResponderEliminarVivir con un mueble que además no decora nada, ni siquiera una vida. Me ha gustado mucho tu comentario, Lumi.
EliminarUn abrazo y gracias por venir.
Que maravilla de tus palabras: en un relato corto has retratado toda la soledad, la añoranza y el desencanto de la rutina...como carcome el alma y como seguimos esperanzadas en una frase para volver a bailar de felicidad. Lindo escrito me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Mendigamos el impulso, lo que necesitamos para saber si vale la pena seguir o no. No debería ser así.
EliminarGracias Vicky por pasar y comentar.
Un abrazo.