Ando
ilusionada, entusiasmada, enamorada, todas las “adas”
imaginadas.
Hace unos
meses conocí a alguien. Nadie especial, sin embargo, tras un bombardeo de WhatsApp
ha conseguido entrar en el ranking de los contactos más deseados y necesitados
del día o de la noche, ya no hay distinción.
Suena a cualquier hora, mi corazón se dispara, me
lanzo en plancha y sin paracaídas sobre mi móvil de última generación. Vuelan
mis dedos sobre la pantalla digital y ahí está su imagen. Mi cara se ilumina pareciendo
a unos de esos muñecos Gusiluz, la
sonrisa del Gato de Cheshire es una minucia si la comparas con la mía, los ojos
nadando en chiribitas se salen de las órbitas…, solo pienso: que nadie me vea
en este estado cada vez que truena el ya archiconocido sonido del WhatsApp, y
menos él.
Son más numerosos. Empieza un: buenos días, seguido de un: ¿qué tal va la mañana?
le acompaña: ¿un café o ya lo tomaste? sorprende un: ¡sal de mi cabeza, por
favor! continúa un: ¡déjame trabajar! A todo esto le sumo el entusiasmo en mis
respuestas consiguiendo la perfecta combinación para que la testa o su interior
queden flotando en una nube.
He
conseguido un dominio insólito en el manejo de cubiertos y teclado al mismo
tiempo. Vivo, como, duermo, trabajo…, conjugo todos los verbos mientras chateo
con él. Que siente lo mismo, me dice el muy pirata.
Las madrugadas se llenan de luz, tendré que bajar la intensidad de la pantalla,
su: ¿duermes o te sueño? da pie para comenzar otra avalancha de mensajes cada
vez más sugerentes.
Es
cierto que cuando nos tenemos de frente nos limitamos a hablar de cosas
banales, sintiéndonos cortados o cohibidos ante la presencia del otro. Me he
llegado a preguntar si somos las mismas personas que mantienen conversaciones
hasta altas horas de la madrugada, a
resguardo de la intimidad y la complicidad que aporta la oscuridad. He
comprendido que no es amor, ilusión más bien. Y sienta genial este nuevo estado.
Pasan
los días y ha bajado el número de WhatsApp. Aparecen las primeras dudas: ¿Otra
chica? ¿Le sigo importando? si hasta la semana pasada me quería ¿Qué ha pasado? Apenas dos mensajes por la mañana y uno a medio
terminar por la tarde. Las noches se hacen eternas esperando escuchar el
silbido del móvil.
Ni un
WhatsApp en todo el día ¡me olvidó! Cada vez son más distanciados, he
multiplicado mi dosis de nicotina entre uno y otro. Estoy hecha un lío y
repleta de preguntas ¿He cambiado o hemos cambiado?
El fin
de semana ha sido divertido y me ha demostrado que todavía soy importante.
Hemos hecho planes para este puente de diciembre…, y dice que tiene una
sorpresa preparada. Es un cielo. Y yo aquí, esperando el tonto sonido que me
confirme algo que no es.
Me
pregunto: ¿se puede medir el amor por la cantidad de WhatsApp que mandamos o
recibimos?
Yo creo que siempre aplicará a la calidad y no a la cantidad, aunque se entiendan las dudas por ser una relación vía larga distancia.
ResponderEliminarBesos Auroratris
Esas dudas siempre estarán ahí, pero hay que reconocer que con el tiempo las aguas vuelven a su cauce, y lo que antes quemaba ahora solo calienta.
EliminarUn abrazo Cielo.
Vaya sorpresa encontrar este texto. Lo leía y pensaba en una conocida común que está viviendo algo muy bonito.
ResponderEliminarMe sorprendes siempre, Auroratris, y además para bien.
Besos.
Jejejeje, a mí también me recuerda a alguien. Sorpresas, vivimos rodeados de sorpresas.
EliminarUn abrazo mi Gondi y cuídate que quiero oír esos pasos garbosos.
pero qué bonito! Me ha encantado...y sí,yo creo que se puede también medir el amor en función de los "uasap" que se envían! es otra manera de decir,me acurrdo de tí!
ResponderEliminarMe acuerdo de ti, eso es exactamente lo que quieren decir los mensajes. Lo has captado Luni.
EliminarUn fuerte abrazo.
JAJAJA, y yo que pensaba que ibas a hablar de Buhonadas, pero vamos, que es amor al fin y al cabo...
ResponderEliminarPues sí, mucho mensaje y mucho emoticono pero esto es como el chateo del ordenador...total, al final todo cae.
Un beso whatsappero
Buhonadas... ay Toc!! jajajaja, bien merece un texto, sí señor!!!
EliminarAl Whatsapp le llamo chateo con precisión, tela poder escribir algo y no equivocarte en nada.
Un abrazo, cada vez más cerca está.
que bonitas tus palabras... yo no creo que se pueda medir el amor...
ResponderEliminarbesitos preciosa
El amor no tiene medida ni peso. Pero los mensajes dicen tanto de nosotros...
EliminarUn abrazo Cora.
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj ay qué buenooo!!! parece que has cogido mi móvil!! jajajajaja me parto...
ResponderEliminarMuy cierto todo lo que dices, pero las cosas se demuestran fuera del whatsap wuaso face, line, skype... etc, cara a cara, día a día y así verdaderamente es cuando sabes lo que hay.
Un abrazo querida.
No me digas!!! Te juro y juro que yo no he sido, jajjaaja.
EliminarTienes toda la razón cara a cara, pero no me olvides mientras tanto.
Un abrazo amiga mía.
Tocas aquí un tema profundo,amiga. Y si, el amor, esa gran ilusión indescriptible puede medirse de tantas formas... Es, en mi opinión, algo triste la falta de contacto humano en una, paradojicamente, relación humana; pero supongo que ya no soy de esta época ( con cuarenta y pocos y ya no soy de esta época, hay que joderse) Un saludo,amiga; sigue escribiendo así de bien.
ResponderEliminarGracias amigo Castel por tu comentario. El amor tiene tantas raseras para medir!!! Es verdad que no hay nada como un abrazo o una mirada en el momento preciso, pero a falta de ese instante... bien vienen unas palabras para mantener la magia.
EliminarUn fuerte abrazo, compañero.
Hace un tiempo me puse a observar a todas esas personas que viven y se desviven por una comunicación así...la "experimenté" en algún momento de mi vida.y llegué a la siguiente conclusión :Carencias... tenemos todos,aunque lo neguemos. Y la tecnología ,según yo pienso, ayuda,no?
ResponderEliminarMuy bueno
besitos
soni
Claro que ayuda, Soni!!! Un día gris se ilumina si en tu pantalla hay unas palabras maravillosas que te levantan el ánimo, y más si vienen de alguien muy querido o especial.
EliminarUn fuerte abrazo.
jajajajajaja muy original... la verdad debe ser interesante eso de estar esperando que suene el telefono... pero aun así me resisto mucho a ese tipo de relaciones... será que en el pasado me partieron la madre y no quiero volver a saber nada de eso jajajajaja
ResponderEliminarPero el relato está lleno de esa magia divertida que nos hace seguir leyendo hasta el final para ver en que termina el AMOR EN LOS TIEMPOS DEL WHATSAAP JAJAJA
ABRAZOS Y ESPERO TE VAYA DE MARAVILLAS
CARLOS
Qué bueno!!! AMOR EN LOS TIEMPOS DEL WHATSAAP.
EliminarHay que experimentar todo aquello que nos ofrecen los medios de comunicación.
Un abrazo y gracias.
No conozco ese tipo de caso, pero la incertidumbre, la espera, debe ser agotadora. No me gustan mucho ese tipo de cosas pero entiendo que ayudan.
ResponderEliminarUn beso bien grande.
Uffff, tú lo has dicho: agotadora.
EliminarY ayudan, sé que ayudan Luján.
Un abrazo amiga.
Parecen dados eternos.
ResponderEliminarBonita comparación. Sí, me gusta.
EliminarSaludos.
No entiendo nada de watsapp, jejeje,seré anticuada?
ResponderEliminarEl amor es difícil de medir por estos medios pero nace donde menos lo esperas.
Estupenda la entrada.
Un largo abrazo, murcianica.
El amor se cuela por todos los sitios Ohma, jajajaja.
EliminarGracias querida.
Un fuerte abrazo.
El amor no se puede medir, porque el amor es un sentimiento que no se usan medidas, ni tampoco existen distancias, el amor se va tejiendo cada día, desde la cercanía aunque haya distancias por medio son franqueables.
ResponderEliminarUn beso.
Te deseo unas felices navidades y que la magia esté presente en tu vida, no sólo en navidades, sino todos los días del año.
EliminarFelices fiestas.
Un beso.
Muchas gracias María, por esos deseos, yo también te deseo lo mismo.
EliminarEl amor no tiene medida ni peso, no hay balanza ni métrica. Es sentirlo en todas sus fases y ya está.
Un fuerte abrazo. Mágicas Navidades!!
No te engañes, el único amor verdadero es el virtual, quizá ahí esté la sorpresa que a-guarda para el puente.
ResponderEliminarMe ha recordado un poema de hace tiempo que titulé Amor en tiempos de WhatsApp
Abrazos, siempre
Jajaja, gracias por tu observación Amando. Y qué bonito es el amor en todos los tiempos, ahora toca WhatsApp, antes fueron revueltos y en cólera. Si ese poema del que hablas está en tu blog, voy a buscarlo a la de ya.
EliminarUn abrazo gordo.
No será que, una vez disponible este servicio telefónico, y como bien apuntas, el amor se mida por la ausencia de los whatsapps?? Otra pregunta... ¿y si el servicio deja de ser gratuito, sería una prueba de amor enviar tropecientos veinte mensajitos a coste cierto? ¿iría entonces el amor sujeto al factor económico? jo que lío, ya no pregunto más. Besos.
ResponderEliminarHuy!!! Esto parece un examen con preguntas a desarrollar, jajajaja. El amor no tiene medida, sorprender de vez en cuando con un mensaje, ya sea gratuito o de coste..., anima mucho el día o la noche, te está diciendo: me acuerdo de ti, y qué bonito es que se acuerden de uno, no crees???
EliminarGracias por comentar Johnny.
Besotes.
No se si se podrá medir con el numero de mensajes pero si por su contenido y la importancia que le da uno a ellos. Un abrazo compañera.
ResponderEliminarPor supuesto, todos coincidimos en que no hay medida para el amor. Tienes toda la razón Rendan, el contenido de esos mensajes, dicen mucho, a veces lo dicen todo.
EliminarOtro abrazo compañero.
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ResponderEliminarLUMI BRAVO HERRANZ10 de diciembre de 2013 22:08
Vaya y yo pensando que eso de las nuevas tecnologías facilitaban más que obstaculizaban.... jajaja... a pesar de todo a veces el enamoramiento surge de igual modo, tanto si es a través de encuentros como utilizando las nuevas tecnologías, la intensidad va bajando a medida que el enamoramiento se convierte el algo más o algo menos... Siempre hay deseos de verse o de whatsapear a todas horas... hasta que van asentándose los sentimientos o no... Un divertido relato lleno de realidad y de ironía. Un abrazo Aurora.
Es como todo en la vida, el inicio de algo es toda ilusión, energía, pasión..., luego la intensidad va bajando, y quedan esos detalles que recuerdan que hay alguien al otro lado.
EliminarUn fuerte abrazo Lumi.
Pues qué tristeza de vida si tuviésemos que atenernos a eso...
ResponderEliminarAl menos yo, sólo recibo mensajes de mis hijos. De mis hijos cuando tienen problemas:)
No, no tiene sistema métrico el amor.
Besos
Ay, esos hijos que se acuerdan de nosotras para sacarles las castañas del fuego... Ese sí que es un amor descomunal por nuestra parte, es otra clase de amor, del fuerte. El pasional..., necesita ser alimentado día a día, y cómo cuesta!!!
EliminarAbrazos Trini.