Mis amigos

Traductor

lunes, 14 de octubre de 2013

¿Qué opinaría el niñ@ que fuiste ayer del adult@ que eres hoy?

La vi acercarse con ojos soñolientos y la noche revuelta en el pelo, se coló en mi cama durante la madrugada para seguir meciéndose en su sueño. Su respiración agitada se tornó tranquila y confiada, posó su cabeza sobre el hueco de mi hombro y poco a poco se fue abandonando, mientras yo mesaba su larga melena.

Su olor trajo a mi mente los días del ayer. Los recuerdos aletargados durante tanto tiempo se fueron desperezando y bostezando se despertaron en mí. Rememorar la propia infancia. Días siempre soleados, eternos, llenos de juegos y risas,  de despreocupación. El barrio donde crecí, las voces amigas, las promesas…

El despertador me sacó de aquél ensueño, con un movimiento rápido lo apagué, no quería que ella despertara. Las sábanas arrugadas como única presencia, ni rastro de la niña. Recordé que fue un sueño. Sentí tan real el peso de su cuerpo a mi lado y su calor que hasta me pareció seguir oliendo a ella.

Mecánicamente inicié lo que cada mañana hago antes de ir al trabajo. Mientras conducía pensaba en la niña, en su rostro familiar. Autoanalicé, reflexioné y quise sacar algo en claro, no conseguí nada, aparte de llegar sin percibirlo a mi lugar de destino.

El día fue tan completo que no volví a darle vueltas al asunto. Papeleo, reuniones, comida, volver a debatir los mismos temas un día y otro también. Solo quería llegar a casa, quitarme el disfraz de señora formal y lanzarme a no hacer nada. Debí quedarme dormida en el sofá, empecé a sentir frío y un leve roce en el brazo me despertó. Entreabrí los ojos, el mundo se presentó ante mí bajo una neblina, froté mi incredulidad y la vi cogiéndome de la mano guiándome hasta mi cuarto, ayudándome a meterme en la cama y comprobar que ella también lo hacía. Se acurrucó a mi lado y ambas dormimos.

Otra vez el despertador me sacó de aquel sopor. La soledad invadía el otro lado de la cama. Confusa me preparé para comenzar otra jornada. La mente no dejaba de girar en torno a lo mismo. ¿Sería algún mensaje? ¿Alguien quería decirme algo? ¿El qué? Le hablaría en la próxima visita, preguntaría quién es, qué es lo que quiere, necesitaba saber o me volvería loca.

La noche transcurrió entre el insomnio y un completo desvelo. Sin esperar a que el sonido de la alarma diera comienzo a mis actividades, me puse en marcha. Mis movimientos de aquel día eran lentos, mi cerebro estaba a años luz de la realidad, solo quería volver a casa y descansar.

Estaba exhausta, el sueño no tardó en aparecer trayendo a la niña. Me recuerdo sentada en la cama frente a ella. Su mirada mantenía la mía, sus manos regordetas sobre el regazo, su pelo rubio partido en dos trenzas y una sonrisa transparente provocó una inmensa ternura en mí. Su voz me sacudió, era clara y nítida. Apenas me dejó articular palabra, me limité a escuchar y a asentir con estupor. Reprochó cada uno de mis actos, criticó cada una de mis ideas, recriminó todas mis decisiones, acabó con una frase dura y punzante: “Tu vida no es la que planeamos juntas”. Repetí su oración hasta convertirla en un susurro.

Temiendo hacer la pregunta me arriesgué queriendo saber quién era. A esa altura de la conversación podía imaginar de quién se trataba, me autoconvencía de que era un sueño y que cuando despertara todo seguirá igual. La rutina, la que hacía tiempo se había instalado en mi vida, estaría esperándome cuando despertara.

-          ¿Quién eres tú? – La pregunta se me resbaló de los labios.
-          ¿Todavía tienes dudas? – Escrutó mi rostro. – Yo soy tú. Hace tiempo que me buscas, me llamas, por eso he venido para recordarte lo que éramos y lo que eres.

Elaboró una larga lista de lo que nos gustaba hacer y de lo que no, sonreímos ante ese repaso. Su carita se tornó seria cuando me preguntó si estaba contenta con lo que era. Solo tuve tiempo de contestar con una negación de cabeza antes de que el pitido me sacara de aquel espejismo.

No volvió después de aquella noche.

Hoy me la he encontrado. Entre un montón de recuerdos esparcidos por el salón estaba ella, atrapando deseos como si de mariposas se tratara.




SOPLANDO SUEÑOS Y ATRAPANDO DESEOS


 P.D.- ¿Está content@ el niñ@ que fuiste con el adult@ que eres? Piénsalo y me cuentas.

43 comentarios:

  1. Mi comentario va sobre ti. No te conocí de niña, pero sí ahora de adulta. Alguna vez me has comentado los sueños que creías incumplidos y yo les dí la vuelta mostrándote que sí se han realizado, tienen otra forma pero la misma raíz, porque nacen en ti.

    La foto muestra una niña encantadora. Yo conozco una mujer maravillosa.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se nota que me quieres, jejejeje. En parte tienes razón si lo miro desde tu punto de vista, pero créeme si te digo que fui una auténtica leo, ahora solo queda un gato grande.
      Gracias por la escucha.
      Un abrazo, amiga.

      Eliminar
  2. Qué ternura en tus letras querida amiga, esa niña que sopla velas es una mujer especial sin duda, celebro que siga existiendo en tu interior. Todos llevamos ese niño que fuimos, todos, sólo que algunos no saben verlo. Besos enormes!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que dejarles salir de vez en cuando, lo necesitamos. Gracias a que esa niña se puso muchas veces el mundo por montera, consiguió en parte, formar a la mujer que es hoy.
      Gracias amiga por verlo así.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. Impagable imagen de esa puñetera niña que viene a recordarnos quien no somos, que no somos... Y encima te hace llegar somnolienta y culpable al curro de señora formal.
    Cría cuervos...
    Abrazos, siempre

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, ay Amando!!! Desde luego... los niños son así de puñeteros.
      Gracias por dejar siempre una sonrisa en mi cara.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Ninguno de nosotros es lo que planeó cuando eramos niños. Quizás porque idealizamos el futuro, no sabíamos cuál era la crudeza del día a día y cómo vamos modificando nuestras necesidades conformándonos con algo de lo que renegábamos de niños.

    El texto es tan dulce como la adulta que conozco sólo por encima. Y esa cría dan ganas de achucharla, tanto como el cisne que se ha convertido. Qué ganas tengo de veros!

    Besazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay Toc, que me has emocionado y todo!!!
      Somos pura inocencia y creemos tener las riendas de nuestra vida, pero... tienes toda la razón, nos vamos modificando.
      Maemía cuando nos veamos en vivo y en directo!!!
      Gracias por los momentos compartidos, las risas y lo que queda por llegar.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. yo era libre de ideas ,de mente abierta ,creía en el mundo y de la noche a la mañana zasssss mayor
    besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, yo también!!!
      Qué complicado es vivir en el mundo de los adultos, un rollo.
      Gracias Txatxa, tú eres una mente creativa y lo demuestras con tus manos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Mucha ternura en tus letras amiga... los adultos nos volvemos muy complicados... como quisiera ser de nuevo el niño que fui.
    un beso
    carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que la única preocupación sea elegir el juego o conseguir un consenso sobre dónde jugar.
      Gracias Carlos, por pasar siempre.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Creo que de pequeña nunca tuve sueños, así que la vida jamás me ha decepcionado. Nunca esperé de ella nada especial, por eso jamás me ha decepcionado.
    Es cierto que otras niñas sueñan ser esto o aquello de mayor, pero que yo recuerde, nunca fue mi caso. O no soñé o lo he olvidado.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La vida no me ha decepcionado, la decepción está en una misma.
      Demasiados pájaros en la cabeza, me decía mi abuela.
      Gracias por compartir tus recuerdos.
      Un abrazo, Trini.

      Eliminar
  8. Todos nos deberiamos preguntar en algun momento si estamos contentos con lo que somos y si nuestro yo pasado lo estaria,el tiempo pasa y las personas cambian, en eso no hay duda alguna pero, ¿Cambian para mejor?
    Un abrazo compañera

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Complicada respuesta, amigo. Yo me quedaría con la sencillez con la que vemos las cosas cuando somos niños.
      Gracias Rendan, como siempre agradezco tus palabras.
      Abrazos.

      Eliminar
  9. Comparto lo dicho por Rendan! En qué momento debemos parar y mirarnos dentro para ver si lo que vemos es lo que quisimos,o cuanto dejamos en el camino... Hermosa entrada Auro!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se sabe, de pronto un día analizas tu vida y zas!!! qué pasó contigo misma?? Dónde está la persona que un día fuiste??
      Agradezco muchísimo tu comentario, Luni.
      Un abrazo, guapa.

      Eliminar
  10. No se cuales han sido tus sueños, pero de lo que sí estoy segura es que escribes con el alma y por eso es tan grato leerte.....................una fotografía entrañable y simpática !
    Un abrazo
    Isabel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Isabel, tu comentario me ha alegrado mucho. Esa foto rebosa espontaneidad, sisi.
      Otro abrazo para ti.

      Eliminar
  11. Los caminos se van modificando, vamos perdiendo aquellos deseos y los sueños simplemente se modifican, volver la vista atrás nos ayuda a responder preguntas, pero también puede crear un sentimiento de indefensión por lo que deseábamos y lo que somos.

    Un beso Auroratris

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es difícil seguir siendo fiel a una misma, los momentos nos obligan a modificar algunas cosas.
      Gracias por tu visita, Cielo.
      Besotes.

      Eliminar
  12. Como yo de niño quería ser un vulgar vaquero del oeste, o un poli, o un astronauta, supongo que mi yo niño (que aún existe y se manifiesta) fliparia viendo lo lejos que he llegado :)
    Buen texto,amiga. Gracias por visitarme, amiga; yo tambien te eche de menos. Abrazote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué monada de niño!!! No dejes que se aleje mucho.
      Gracias por dejar tu huella, amigo.
      Un abrazo.

      Eliminar
  13. Hay sos genial
    me encanta como escribis
    Te cuento yo ya trabajo par time
    seria imposible para mi trabajar todo el dia
    te entiendo y me encantas
    miles de besos
    siempre te espero

    ResponderEliminar
  14. tengo dos blog
    dos hijos
    tres nietos y un hombre en mi vida
    jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasar Recomenzar y Mucha, aunque eres la misma persona, leer tus letras consiguen transportarme a ese mundo tan sensual que sueles pintar. Tienes mucha suerte de tener todo eso, disfrútalo!!!
      Un abrazo y agradezco tu paso.

      Eliminar
  15. Yo de niña queria ser tantas cosas: paleontóloga, abogada, escritora por supuesto... Yo creo que la niña que fui ( que todavía conservo) está contenta con lo que soy pues he llegado, para mis aspiraciones, donde deseaba con respecto a la escritura. No soy conocida pero he logrado cosas que ni soñaba. Mi alma está feliz con respecto a ello.

    Besitos querida amiga, gracias por esperarme cuando cierro el blog, estoy algo triste porque algunos se fueron pero bueno... seguramente los extrañaré.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay algo que todavía queda en mí: la tenacidad y peco de quedarme siempre hasta el final. No siempre amanece del mismo color, no dejes que los acontecimientos te desanimen, sigue adelante Luján.
      Un abrazo.

      Eliminar
  16. Gracias, un placer leerte, aunque no me gustas las @s (quizás sea porque trabajé en una bodega...)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja vaya!!! comprendo entonces tu aprensión. Lo siento.
      Gracias por comentar, José-María.
      Saludos.

      Eliminar
  17. Me gustaría volver a seguir siendo niña para volver a encontrarme con en el mundo de la ilusión y la magia.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No permitamos que ese mundo se aleje mucho, allí nos vemos María.
      Gracias por tu huella.
      Un abrazo.

      Eliminar
  18. Preciosa entrada, me has hecho remover mi propia historia.. Yo me llevo muy bien con la niña que fui, creo que está contenta con lo que he hecho con su vida, a pesar de que no siempre me fue como deseaba. Mi presente le sienta muy bien, porque la ayuda a cumplir sus sueños.. Cariños!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida Meri, es un placer tenerte por aquí. Si has conseguido llevarte bien con esa niña, puedes estar contenta, yo sigo con un tira y afloja, no recordaba lo cabezota que era, será porque los años me han aplacado la impaciencia, jejeje.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Besos.

      Eliminar
  19. Maravilloso texto,emotivo y conmovedor; tú eres una maestra para provocar emociones. Tu relato hace al lector evocar muchos recuerdos de la niñez y el final es precioso. Tu talento escondido aflora en este blog con rotundidad, querida amiga.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Viene bien reencontrarse con de vez en cuando con nuestra niñez para recapacitar sobre nosotros ahora.
      Muchas gracias Lucy, el talento se contagia y yo me rodeo de gente así, ya sabes por donde voy, jejejeje.
      Un besazo.

      Eliminar
  20. te felicito por lo que escribes y por el comentario que dejaste en recomenzar
    abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, me da no se qué llamarte La Nada.
      Recomenzar en uno de mis favoritos, siempre que puedo paso a visitarle.
      Besos.

      Eliminar
  21. Qué decirle a mi yo niño... Que no se preocupe tanto, que él puede, que es capaz... En mi caso debiera ser mi yo adulto el que visitara al niño que fui pero que sigo siendo.

    Un relato muy interno y con un toque mágico...
    Besos, Aurora



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre nos acompaña la magia de los niños, tal vez sea por eso Luis.
      Estoy segura de que dentro de ti todavía habita ese niño que fuiste.
      Gracias por seguir siempre aquí.
      Abrazos.

      Eliminar

Toda imagen tomada de la red será retirada si el autor así lo solicita.

Gracias por danzar conmigo.