Entendía
que era tarde al descubrirse adicta a él. Nada pudo hacer para recuperar la cordura
que perdió al entregar los suspiros al borde de su boca. Al encapricharse de su
voz dejó de ser dueña de su alma, y al
saborear la esencia de su cuerpo quedó prendida de esa magia.
Conjuraba
astros y océanos para liberar al espíritu atrapado. Pócimas y mantras para desligar
la piel de su piel. Los fluidos de su cuerpo gritaban lo que ella negaba con la
mente. Palabras, osadas palabras se deslizaban por los muros de su corazón,
corroyendo a cada paso, fundiendo el frío acero y dejando al descubierto todo
sentimiento.
Postrada
a sus pies, sumisa y doblegada a la voluntad aceptaba los impulsos, obedecía a
los instintos dejándose llevar por la marea del deseo. Rasgaba las ataduras de
su propia rivalidad ofreciéndose sin restricción.
FOTO DE INTERNET |
Sin
retorno, con la pasión encendida en los ojos y desbocados los besos asumía su
nueva condición de esclava.
Sabes decir todo con precisión, la palabra esclava muchas veces asusta, pero indistintamente puede tener significados diferentes para quienes la adoptan en su manera de ser y darse. El amor esclaviza, como lo hace el deseo y el placer.
ResponderEliminar"Los fluidos de su cuerpo gritaban lo que ella negaba con la mente"
Besos muy dulces para ti.
Tienes toda la razón, Dulce. Es un término que llega a asustar.
EliminarGracias por tu comentario.
Mil Besitos de jueves.
ohh..qué bueno.. es la perfecta descripción emocionante y sensual de esa adicción que nos generan a veces... Hermoso!
ResponderEliminarAsí es, Luni. A veces es cómo una irresistible adicción.
EliminarGracias, siempre, preciosa.
Un abrazo gordote.
Vale la pena vivirlo, conocer que es eso, una temporadita, tener la experiencia, y ya. Quedarse ahí enganchada a esa sensación es peligroso, al menos tal y como he entendido que lo cuentas.
ResponderEliminarBesitos
El para siempre lo inventó la Compañía Disney, jejeje. Estos estados aparecen en algún momento de la vida dejándonos episodios como el que relato. Después queda como recuedo, y bonito, todo hay que decirlo.
EliminarUn besazo, Inma.
P.D._ Ay, qué envidia me distéis, bellezas!!!
Un interesante micro en el que se puede debatir varios puntos, pero yo me quedo, con esa adicción que aunque enganche, es placentera y no puede hacer daño, la pasión irresistible, el desenfreno, la locura del placer, algo que deberíamos beber todos para borrar de nuestras mentes tantas sombras que nos hacen daño.
ResponderEliminarMe gustó tu entrada, Auroratris, como todas las que escribes.
Un beso.
Una dosis de adicción placentera. Así es.
EliminarSiempre agradezco tus palabras, María.
Muchos besos de domingo, guapa.
La condición del esclavo es el amor, aunque pocas veces el tirano entienda de fe.
ResponderEliminarLa dominada se deja seducir por el mundo, el que domina se enfrenta al mundo.
EliminarEl tirano pocas veces entiende de fe, totalmente de acuerdo.
EliminarBesos, mailconraul y buen domingo.
El amor es capaz de todo, hasta de asumir una esclavitud en l apersona más libre.
ResponderEliminarMuchos besos
Así nos doblega el amor. El YO pasa a ser un NOSOTROS, y en ocasiones TÚ.
EliminarMil besitos, Carmen.
Brutal! Es cierto. Al final asumimos la adicción por ser emocionalmente o sentimentalmente dependientes y eso nos convierte en esclavas, bueno, o nos convertía
ResponderEliminarNo queda otra más que asumir en ese momento la adicción, luego... pues como todo, acaba pasando ese estado.
EliminarUn besazo de domingo, Toc.
Esclava, hermosa palabra de entrega, amor completo, donde todo se ofrece ...
ResponderEliminarcuando se ama
bello tu escrito preciosa , mas que bello
muchos besitos para tu dia
Todo se ofrece cuando se ama, perfecta definición, Cora.
EliminarGracias por tus palabras, corazón.
una dosís de tu escencia,
ResponderEliminaruna dosís de tu cuerpo,,
una dosis de tu alma,,,
una pasión sin freno,,,,
Besos.-
Un poquito de cada hace un mucho. Precioso, visto así.
EliminarBesos, Lobo.
Sumisa de la seguridad incierta, al placer de algo alguien un hecho un sentimiento una persona. Esclava que dibujas y piensas en tu entrega bloguera, autora.
ResponderEliminarUna pequeña obra muy interesante. La lucha interna de nuestras formas orgánicas contra la fantasía que acarrea ser "inteligentes" emocionalmente hablando... o algo así.
Un fuerte abrazo!
Arrastramos una cadena cada día, siempre hay algo que nos hace sentir esclavos. Incluso de nosotros mismos.
EliminarMuchas gracias amigo Luis. Un placer tu comentario.
Un abrazo.
A veces, recuperar la libertad es más doloroso aún.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Mucho más. Volver a construirte desde unas ruinas, ufff
EliminarUn fuerte abrazo, Amando.
Estupendamente descrito... Un saludo desde Murcia...buen verano...
ResponderEliminarGracias alp. Igualmente para ti.
EliminarBesos.
fracamente bueno. me ha gustado mucho
ResponderEliminarGracias, Miguelo. Una grata sorpresa verte de nuevo por aquí.
EliminarBesos.
A veces la esclavitud es tremendamente dulce...
ResponderEliminarUN besote más
A veces lo es, sí.
EliminarMuchas gracias por leer.
Besotes.
ResponderEliminarUna esclavitud voluntaria al placer y la pasión, donde las ataduras están en los instintos
esos que a veces no se pueden o no se quieren dominar ante el deseo y que nos hacen adictos y esclavos de lo que de alguna manera necesitamos para llenar nuestra satisfacción. La mas pura necesidad del amor, de amar.
Bonito este micro que dejas con unos cuantos matices para reflexionar.
Un saludo Auroratris un placer leerte.
Esclava y sometida por amor, por el más puro amor.
EliminarGracias, Agapxis. Tus letras me animan.
Un saludo.